El joven guarda rural David Díaz-Guerra sorprendió el pasado viernes 8 de julio a dos menores que habrían provocado varios incendios en el coto de la provincia de Toledo que protege, ubicado en las cercanías de la localidad de Novés. Inmediatamente intentó apagar las llamas y avisó a las fuerzas de seguridad del estado, que pudieron identificar a los presuntos autores de los hechos.

Díaz-Guerra ha relatado a Jara y Sedal lo ocurrido y detalla que ya ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil «para que los padres se hagan cargo de los desplazamientos de bomberos y daños en la agricultura».

Un caótico mes de julio

El mes de julio había empezado «con muchos incendios y todos se iniciaban o en las horas centrales del día o al anochecer, que era cuando menos gente hay en el campo y cuando más tranquilo pueden cometerse estos delitos», explica Díaz-Guerra.

El pasado viernes sobre las 22:00 horas, el campo empezaba a quedarse tranquilo. «Todo apuntaba a que en cualquier momento podría aparecer esa columna de humo que nadie queremos ver y… apareció. Fui rápidamente al lugar y vi que apenas el fuego había avanzado pocos metros por lo que quien fuera no estaba lejos», señala.

Otra imagen del incendio. © D. P.

«Intenté apagarlo pero me fue imposible y pedí rápidamente ayuda a Protección Civil y bomberos; cuando levanté la cabeza y, a menos de un kilómetro, volví a ver cómo otra pequeña columna de humo progresaba», explica el guarda.

Los menores se deshicieron de dos mecheros al ver llegar al guarda

Díaz-Guerra se subió rápidamente al coche y fue hasta ese lugar: «Allí encontré a dos jóvenes que al verme se quedaron sorprendidos y, además, les vi lanzar algo entre el pasto. Llamé a la Policía y a la Guardia Civil de la zona y se procedió a su identificación. Después, nos pusimos todos a buscar en el lugar donde hicieron ese movimiento extraño y allí estaba la herramienta que produjo el fuego: sus dos mecheros», recuerda el guarda rural.

El fuego arrasó varios pastizales, rastrojos y olivos: «Esperemos que les sirva de escarmiento y no vuelvan a cometer este tipo de acciones ya que pueden provocar graves daños personales y medioambientales», concluye el guarda.

El guarda en una de sus vigilancias. © D. P.