Es una realidad que, a día de hoy, las redes sociales son una herramienta muy útil cuando queremos mandar un mensaje que llegue a las máximas personas posibles. Este es justamente el uso que le ha dado este ganadero, durante una protesta en Salamanca, en el vídeo que vamos a ver a continuación.

En total fueron unos 1.700 vehículos los que colapsaron las calles de la ciudad como parte de una manifestación del sector ganadero que recorrió toda la capital salmantina.

Grandes atascos y cortes de tráfico desde su salida a media mañana es lo que provocaron estas protestas. La cita tenía un objetivo: llegar a la Subdelegación del Gobierno en Salamanca y entregar una carta dirigida al Ministerio de Agricultura para pedir la flexibilización de las restricciones en materia sanitaria.

Ha sido una manifestación motorizada organizada por la Plataforma de Ganaderos Unidos a la que han acudido ganaderos, agricultores y empresas relacionadas con el sector.

Todos ellos defendían un cambio en la gestión sanitaria de las campañas en saneamiento y restricciones por enfermedades como la tuberculosis o lengua azul en el vacuno en extensivo. De este modo, piden que se frene el sacrificio masivo de las vacas.

Agricultores y ganaderos inundaron Salamanca con su protesta durante más de tres horas

Entre el sonido de los cláxones que se escucharon alrededor de toda la ciudad, los asistentes también alzaron la voz y dejaron algunas frases memorables y bastante ilustrativas de la realidad que este colectivo está viviendo en España.

«¡Vais a comer microchips y ordenadores!», grita el protagonista de las imágenes que compartimos a continuación. En concreto, este vídeo ha sido difundido a través de TikTok y ha alcanzado ya casi 500.000 visualizaciones y los 30.000 «Me gusta».

@trac_torin

#compañeros #salamanca #campoespañol🇪🇦

♬ sonido original – tractorin33

Por su parte, Jacinto Sánchez, portavoz de la Plataforma, aclaró antes de la salida de la manifestación que lo único que piden es «que nos dejen vivir de lo que nos gusta y tener una vida digna». «Nos están arruinando económicamente y también moralmente», sentenció.