El último gran zasca de los cazadores a Juantxo López de Uralde
Juantxo Uralde ha publicado un tuit en el que muestra su preocupación por cómo la moscarda del corzo puede afectar a sus poblaciones. Los cazadores no han tardado en recordar al diputado de Unidos Podemos que se trata de un problema contra el que luchan desde hace 20 años.
Juantxo Uralde, diputado de Unidas Podemos. / Fuente: Facebook.
Juantxo López de Uralde ha vuelto a salir a la palestra para atacar, una vez más, a la caza. Esta vez el diputado de Unidas Podemos ha reclamado su cuota de protagonismo al tratar de abanderar una causa en la que los cazadores llevan implicados cerca de 20 años: el parásito que diezma las poblaciones de corzos en España.
López de Uralde publicaba ayer en su cuenta de Twitter su preocupación por el impacto del conocido gusano de la nariz del corzo (Cephenemyia stimulator) sobre sus poblaciones, y añadía: «Hoy hemos pedido al Gobierno medidas para atajar esta situación».
Preocupados por el impacto que pudiera tener en las poblaciones de corzo, hoy hemos pedido al gobierno medidas para atajar esta situación ???????? Una mosca parásita está diezmando a los corzos españoles https://t.co/XjcgBfex9p vía @LaCronicaVerde
Los zascas de los cazadores a Juantxo López d eUralde
Lógicamente, las respuestas de los cazadores a Juantxo López de Uralde no se hicieron esperar. La de la Asociación Española del Corzo (ACE) fue una de las primeras.
Nos alegra que @juralde se haga eco de esta problemática que lleva afectando a los #corzos veinte años! Y sobre la cual la @ACEcorzo ha desarrollado numerosos trabajos de investigación.. El problema no se soluciona prohibiendo la #caza como Ud. postula y desea… #cefenemiosishttps://t.co/UCtgQOFB31
La ACE realiza un seguimiento de la influencia de parásito en las poblaciones de corzo desde 2001, fecha en que se dató su aparición en nuestro país. Desde 2013 mantiene un convenio con el INVESAGA de la Universidad de Santiago de Compostela para el análisis de muestras con el fin de estudiar su evolución sobre esta especie, como se encargó de recordar uno de sus socios al diputado de Unidas Podemos.
Impresionante!! @juralde, 19 años después de la aparición de la cephenemya en España se muestra preocupado. Juancho, chaval. La @ACEcorzo lleva al pie del cañón desde entonces, y desde 2013 junto al INVESAGA, siguiendo su evolución, estudiando y analizando muestras. Llegas tarde. pic.twitter.com/JLiDQW5lFY
Otros internautas rebatían el argumento anticaza del artículo del diario digital 20 minutos que Juantxo López de Uralde compartía en su tuit: «Contra este parásito no hay más solución que confiar en que las poblaciones de corzos se acaben inmunizando, aprendiendo a evitar la infestación de la mosca. Y para eso es importante dejar de cazarlos. Sólo así se mantendrán poblaciones con un número mínimo de ejemplares capaces de ir haciendo frente al parásito».
Sé que esto es difícil de aceptar para algunos, pero la sobrepoblación de una especie, en este caso corzos, favorece la propagación de las plagas asociadas a ella. Como la sobrepoblación de ciervos favorece la tuberculosis entre ellos. https://t.co/4zpiyEYoMC
Juan Arce, ingeniero técnico agrícola y colaborador habitual de la revista Jara y Sedal, también reflexionaba en la red social del pájaro.
@ldelascuevas Los ecologistas siempre van años por detrás de los cazadores en la conservación de las especies y si lo comentan ahora será para pedir alguna subvención a @mitecogobhttps://t.co/bVns49rHIv
Según la ACE, el parásito Cephenemyia stimular fue encontrado por primera vez en 2001. Tal y como explican en su web nuestros colaboradores de Ciencia y Caza, se trata de una larva de una especie de tábano frecuente en Centroeuropa que para completar su ciclo de desarrollo requiere la presencia de corzos como hospedador específico y obligado.
Esta larva provoca efectos indirectos sobre los corzos parasitados como problemas respiratorios, dificultad para alimentarse… lo que les debilita facilitando su captura por predadores o haciéndoles más sensibles a otros procesos infecciosos secundarios.
Parece además que el efecto aumenta en animales jóvenes y machos. En los primeros por su mayor dependencia y debilidad; en los segundos, sobre todo en época de celo, un momento de gran estrés y de bajada de defensas y, por tanto, de mayor susceptibilidad, pudiendo incluso causar la muerte en los casos más extremos.
Los doctores en veterinaria de Ciencia y Caza explican que no existe un tratamiento posible, ni preventivo ni curativo, por la dificultad de gestionar poblaciones silvestres en libertad si bien es fundamental estar atentos ante la aparición de posibles casos, incrementar la vigilancia y su control sanitario y fomentar la presencia de investigaciones que avancen en el conocimiento del proceso y ayuden a su control.