El cazador granadino Nelson Antonio León López grabó, el pasado año en su coto de la provincia de Granada, un tremendo jabalí de 120 kilogramos que sólo tenía tres patas. León narró la historia a este medio de comunicación después de que se hiciese con él en una apasionante noche de espera y explicó cómo fue, paso tras paso, la aventura de seguirle el rastro a este inteligente macareno.
Según narraba el cazador a Jara y Sedal, el jabalí «tenía en vilo a todos los cazadores que lo conocíamos. Se las sabía todas, era listísimo… hasta que conseguimos engañarle». Además, explicaba que «no era constante; entraba cada tres semanas, a veces lo hacía en un lugar distinto… todo muy raro».
Tras decenas de esperas, logró cogerle por fin la pista en una noche de luna: «Iba de un monte a otro, y para hacer ese trayecto tenía que cruzar por donde estaba yo. En un momento de la noche, oí cómo corría más que si tuviese cuatro patas, le eché la luz y, al verme, se giró. Entonces aproveché, lo metí en el visor como pude y le disparé en la cabeza. Cayó al instante».
Al abatirlo, pudo constatar la enorme particularidad de sus tres patas, que ya había podido constatar previamente en su cámara de fototrampeo. ¿Puede ser fruto de un disparo antiguo durante una jornada cinegética del que el animal se habría repuesto? ¿Podría tratarse de las consecuencias de un atropello en alguna carretera cercana? Lo que queda claro es lo fuertes que pueden llegar a ser estos animales.
