La Guardia Civil ha abierto una investigación a un hombre de 56 años, residente en Madrid, por un presunto delito de furtivismo, al abatir ilegalmente un corzo en la comarca del Arlanza, en la provincia de Burgos. El hombre fue sorprendido por un guarda rural de un coto colindante y se dio a la fuga en su vehículo, dejando atrás el cadáver decapitado.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de mayo y fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil por el representante del coto afectado, que recibió el aviso del guarda rural. Este observó la presencia sospechosa de un coche y a unos hombres que dispararon a un corzo en el terreno del denunciante. Cuando se acercó al lugar para comprobar lo sucedido, se encontró con el vehículo sospechoso y le hizo señales para que se detuviera, pero el conductor aceleró y escapó.

La actuación del guarda, primordial para dar con el presunto furtivo

El animal decapitado localizado por el guarda. © Guardia Civil

El guarda rural siguió al coche hasta perderlo de vista y después regresó al lugar donde habían disparado al corzo. Allí encontró el cuerpo del animal sin cabeza y con un orificio de bala. A continuación avisó al dueño del coto, que se personó en el lugar y presentó la denuncia ante la Guardia Civil.

El SEPRONA de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y descartó que los autores del disparo fueran los titulares del aprovechamiento cinegético del coto. Gracias a los datos facilitados por el guarda rural y el dueño del acotado, así como a los testimonios recabados y las pruebas analizadas, lograron identificar, localizar e investigar al presunto furtivo, que resultó ser un hombre de 56 años y vecino de Madrid.

El presunto furtivo ha sido ahora citado para declarar ante la Guardia Civil, pero ha rechazado hacerlo y ha preferido esperar a comparecer ante el juez de instrucción de Lerma (Burgos), donde se han remitido las diligencias instruidas por el SEPRONA.