El Congreso tiene nueva presidenta y su nombre es Francina Armengol. Una mayoría absoluta de 178 votos a favor ha hecho oficial el nombramiento de la socialista. Junto con el PSOE, también le han dado su apoyo Sumar, Bildu, PNV, BNG y Junts per Cataluña. Su pasado en la política da mucho que pensar acerca de su posición en cuanto a la caza y los toros.

Cuca Gamarra era la otra candidata a la presidencia del Congreso. La popular, en cambio, ha obtenido 137 votos y no ha contado con el respaldo de Vox puesto que la formación ha apostado por su propio candidato. Este último tan solo ha sumado los 33 votos de su partido.

Así es Francina Armengol

Farmacéutica de formación por la Universidad de Barcelona, Armengol empezó su carrera en la política en el año 1998. El primer puesto que ocupó fue el de concejal de Inca, su pueblo natal, en el que su padre había sido alcalde por el PSOE durante cuatro años. Al año siguiente entró como diputada en el Parlamento Autonómico Balear y comenzó a formar parte del Consejo Insular de Mallorca.

De cara a las elecciones autonómicas de 2015 encabezó la lista del Partido Socialista de Baleares y el partido fue la segunda fuerza. Sin embargo, los votos de PSOE, Podemos, Mès por Mallorca y Mès por Menorca permitieron su investidura como la primera presidenta del Gobierno Balear.

Los últimos comicios celebrados supusieron que Armengol perdiera la presidencia. Entonces, el PSOE quedó como segunda fuerza política y un pacto entre PP y Vox pusieron en su lugar a la popular Marga Prohens.

Medidas respecto a la tauromaquia

Un aspecto que ha marcado en mayor medida su trayectoria política ha sido la tauromaquia. En el año 2017, Armengol defendía públicamente la ley balear que prohibía maltratar y matar a los toros. Respecto a ello sentenció que «en el siglo XXI no se puede permitir la tortura de los animales».

Este texto establecía que los toreros tan solo podían hacer uso del capote y la muleta, dejando fuera las banderillas, los estoques y las puntillas. Un año antes, la ahora presidenta del Congreso apostó por «prohibir cualquier maltrato o muerte» a los animales en las «fiestas populares».

Francina Armengol y su posicionamiento sobre la caza

Antes de tener que abandonar su puesto al frente del gobierno balear, la socialista protagonizó diversos episodios en relación con la caza que dieron lugar a ciertas polémicas. Su posición respecto a ella despertó ciertas dudas en cuanto a su apoyo a la cinegética.

El año pasado, Armengol aseguró, durante un pleno del Parlament, «defender las competencias de caza de Baleares». A pesar de ello, también animó a las formaciones a «avanzar en leyes de bienestar animal». Dos propósitos que entran en contraposición, si tenemos en cuenta cómo se ha desarrollado la ley animalista impulsada por el Gobierno nacional recientemente.

Un mes después de esto, la presidenta del Govern declaró que la colaboración y cooperación del Ejecutivo con los cazadores era «excelente». El contexto de estas palabras eran las críticas por parte del portavoz de Vox ante las restricciones al sector y la prohibición en Ibiza de la caza de la tórtola.

En este sentido, el líder de este partido, Jorge Campos, quiso recordar que «hasta en siete ocasiones» los cazadores habían convocado protestas contra el Ejecutivo. Asimismo, acusó a la presidenta de aplicar «las políticas ideológicas que dictan los ecologistas subvencionados».

Ante esta denuncia, Armengol acusó a Campos de «mentir» a los cazadores acerca de las limitaciones establecidas alegando su pretensión de enfrentarles al Ejecutivo puesto que dichas restricciones se referían «a un coto concreto».

La presidenta defendió entonces el papel de los cazadores en la conservación de la naturaleza y lamentó que Vox difundiera la idea de que el Govern quería prohibir la caza a raíz de restricciones parciales para abatir tordos y codornices en Ibiza en cumplimiento de las condiciones de la Red Natura 2000.

Si bien Vox ha sido una formación que se ha posicionado del lado de los cazadores en los últimos años y no así el PSOE, que ha tenido mayor compromiso con los animalistas, podríamos pensar que Armengol podría estar del lado del animalismo. No obstante la recién nombrada presidenta del Congreso ha insistido en varias ocasiones en defender los intereses de la cinegética. Por ello, sus próximas actuaciones serán determinantes para saber si, tal y como fue acusada por Vox, está o no contra la caza.