Si hay algo que se nos ha demostrado con bastante claridad es que la naturaleza puede llegar a ser asombrosa. Esto también lo podemos decir, por supuesto, de los animales que habitan en ella. Para despejar todo tipo de dudas al respecto de esta afirmación, las redes sociales vuelven a acercarnos un ejemplo y esta vez tiene que ver con un increíble ejemplar de rebeco.

Comúnmente también se le conoce como gamuza, sarrio o ante y algo que le caracteriza es que sus dos cuernos tienen esa característica forma de gancho que lo hace inconfundible. Asimismo, esta especie cuenta con unas pezuñas con almohadillas centrales con las que trepa por paredes verticales como alma que lleva el diablo y que les permite dar esquinazo a quien se proponga darles caza.

El asombroso ejemplar

En lo que respecta a su cuerpo, este puede llegar a medir 130 centímetros, aunque el tamaño de los machos suele ser mayor que el de las hembras, al igual que su cornamenta. Su pelaje habitual en invierno es de color negro claro con zonas blancas, mientras que en verano es más corto y de color pardo y amarillo.


Dos cazadores abaten una hembra de rebeco en Pirineos con unos cuernos interminables


Sin embargo, en contadas ocasiones nos podemos encontrar con algún que otro ejemplar diferente, como el que vemos en estas fotografías. Su pelaje es de color blanco y esto es algo realmente extraño de ver en los rebecos.

Es por este motivo que las imágenes obtenidas por el fotógrafo de naturaleza Johan Dockx han conseguido cosechar un gran éxito en Instagram, donde han sido publicadas. A estas las acompaña un texto en el que el propio fotógrafo aseguró que «conocer a la dama blanca es especial». No es para menos habiendo podido comprobar su belleza.