Ha pasado un mes desde que a los cazadores se les negó desarrollar su actividad en las fincas privadas del Parque Nacional de Monfragüe, constituyendo estas el 45% del espacio. Sin embargo, el fracaso de esta medida ha llevado a tomar otra decisión.

Ahora, Mercede Morán, consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura, ha reconocido que su departamento está planeando reintroducir la caza en montería en dichas fincas.

Según ella misma ha indicado, las batidas iniciales en los terrenos de titularidad pública del parque, con el fin de controlar la población de ciervos y jabalíes, darán comienzo «pronto».

Una cierva cruza una carretera en el Parque Nacional de Monfragüe.
Una cierva cruza una carretera en el Parque Nacional de Monfragüe. © Shutterstock

Asimismo, ha explicado que en los terrenos públicos del espacio protegido será sin perros, pero que «se darán pasos para reintroducir esta actividad en fincas privadas y con perros». O lo que es lo mismo, tienen previsto permitir las monterías tal y como todos las conocemos.

A día de hoy, la caza está prohibida en los Parques Nacionales pero parece que el fracaso de los métodos alternativos para controlar la sobrepoblación de ungulados como el ciervo y el jabalí puestos en práctica en los últimos años ha llevado a la Junta a replantearse su autorización.

Reconocen el fracaso de prohibir la caza en Monfragüe

Este miércoles, 18 de octubre, el Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicó la regulación de estas batidas. De igual modo, también se analizarán los resultados que tiene esta «actividad tradicional», tal y como la consejera ha definido, en el control de ungulados.

Morán ha llegado a reconocer «los malos datos del informe sobre control poblacional de la campaña pasada», cuanto intentaron disminuir las poblaciones de ciervos y jabalíes capturándolos en jaulas y cercones.

«Ahora hay que comprobar los datos que se obtienen en estas primeras batidas para intentar mejorarlas. Se irá después paso a paso, primero con perros y después ampliando la superficie donde se realice este control poblacional mediante la caza», ha añadido.

Medidas que provocaron el sufrimiento animal

Imagen del ciervo de monfragüe junto a otra jaula trampa instalada actualmente en el parque.
Imagen de un ciervo capturado en una jaula de Monfragüe junto a otra jaula trampa instalada en el parque.

En este sentido, cabe recordar que, en el año 2021, el Gobierno de España prohibió la caza en los parques nacionales. Por ello, en su lugar en Monfragüe se empezó a llevar a cabo el obligatorio control poblacional con métodos nada éticos y que provocaban un grave sufrimiento animal.

Tanto era así esta realidad que, en el mes de febrero de 2022, la Federación Extremeña de Caza publicó un vídeo que mostraba cómo un ciervo, en el Parque Nacional de Monfragüe, se encontraba al borde de la muerte por inanición dentro de una jaula.


La caza volverá a Monfragüe a partir de octubre: las sociedades locales podrán dar batidas sin perros


Días más tarde, la asociación ‘Amigos de Monfragüe’ compartió imágenes de uno de los cercones en esta zona protegida o, como ellos los denominaron, «campos de exterminio». Ante esto, el colectivo exigió a la Junta que retiraran inmediatamente todas las jaulas trampa y el levantamiento de los cinco «cercones de la muerte».

cercones Monfragüe
Uno de los cercones de Monfraguë y una cierva en una foto de archivo.

Es digno de mencionar, además, que un informe publicado por el servicio de Sanidad Animal de la Junta de Andalucía, en el pasado mes de febrero, demostraba que en Monfragüe, desde que se prohibió la caza en 2020, ha llegado a triplicar la tasa de tuberculosis bovina respecto al resto de la comunidad autónoma.

La cinegética juega un papel fundamental para frenar esta situación. De hecho, así lo evidenció una de las conclusiones del informe que destacó que «una de las finalidades de los programas de vigilancia en fauna y la necesidad de controlar la enfermedad en estas especies es la obligación que tenemos de erradicar la tuberculosis en ganado doméstico, tanto por motivos de sanidad animal como de salud pública».

Sobre el autor