Si hay un país que está poniendo cada vez más obstáculos a la caza, ese es Escocia. En esta ocasión, el Parlamento escocés ha aprobado una ley que impone nuevas restricciones a la actividad cinegética y, en concreto, a la cacería de zorros, algo que ha provocado gran cantidad de críticas.

Por su parte, la Scottish Countryside Alliance, una organización que persigue el objetivo de promover y proteger las comunidades y el estilo de vida rurales, ha calificado a este movimiento como «injustificado e innecesario».

¿Cómo se rige la caza en Escocia?

En este país, la caza sigue leyes diferentes a las de Gales e Inglaterra. Allí, la Ley de Caza aprobada en 2004 no permite la caza de mamíferos silvestres con ayuda de perros. Sin embargo, uno de sus anexos y una enmienda introducida durante el mandato de Tony Blair da luz verde a que se siga llevando a cabo, al estilo tradicional, en varios puntos de ambos países.

Por su parte, antes de esta nueva reforma, en Escocia aún se permitía utilizar más de dos sabuesos para la caza del zorro, algo que los miembros del Parlamento han decidido cambiar. Es una de las prácticas más antiguas celebradas en este territorio, teniendo su origen más de 252 años atrás.

De igual forma, Escocia también ha prohibido preventivamente su particular modalidad ‘trail hunting‘ o ‘caza por senderos’ de rastros preparados con orina animal como alternativa legal. Esta se define como «la actividad en la que se ordena a un perro que encuentre y siga un olor de origen animal, establecido para ese propósito».

La Scottish Countryside Alliance, en contra de la prohibición de la caza del zorro en Escocia

Jake Swindells, director de la organización, se ha pronunciado para mostrar su desacuerdo después de conocer esta nueva normativa que establece la prohibición de utilizar más de dos perros para la caza del zorro. «Este proceso ha tomado más de siete años y es injustificado e innecesario. La propia revisión del gobierno escocés encontró que las restricciones sobre el uso de jaurías de perros podrían comprometer el control de los zorros y poner en riesgo tanto el sustento de los granjeros como la vida silvestre amenazada».

«Es frustrante que se haya desperdiciado tanto tiempo y recursos en este proyecto de ley», a lo que ha añadido que «el esquema de licencias es, al menos, una aceptación explícita por parte del gobierno escocés de que el uso de grupos de perros en el manejo de la vida silvestre es efectivo y necesario».

Esto último hace referencia a las excepciones establecidas por la nueva legislación, las cuales se otorgarán en circunstancias limitadas bajo un nuevo esquema de licencias de NatureScot, responsable del control del patrimonio cultural y natural del país.

Respecto a ello, Swindells ha sentenciado que «ahora dependerá de NatureScot, el organismo de licencias, garantizar que los agricultores y los administradores de vida silvestre puedan acceder a las mejores opciones para el control de zorros en todas las circunstancias».

Disparidad de opiniones en el Parlamento escocés

En la otra cara de la moneda, Colin Smyth, miembro del parlamento, consideró durante el debate que esta era una buena oportunidad para «eliminar las lagunas, pero no lo hace».

Además, concluyó su intervención asegurando que acabar con la caza con jaurías aún era un «asunto pendiente antes del proyecto de ley y aún lo sigue siendo tras su aprobación».