Un joven rehalero aragonés encontraba el pasado martes 13 de sus 17 perros muertos. Alguien había entrado en sus instalaciones para envenenarlos a todos. El Seprona trata ahora de dar con los responsables. 
12/11/2018 | Redacción JyS

envenenan perros de un rehalero
Víctor Rodríguez junto a algunos de los perros que fueron envenenados. / El Heraldo.

Víctor Rodríguez es un joven rehalero zaragozano de 32 años que el martes pasado acudía a las instalaciones donde tiene a sus perros, como hace diariamente, para alimentarles y limpiar sus jaulas. Eran las 8.30 horas cuando nada más llegar a la perrera se percató de que algo iba mal. «El candado de la puerta de acceso estaba cortado con una radial», relata el cazador en la denuncia interpuesta ante el Seprona. Poco después descubriría que 13 de los 17 perros que tenía en un terreno próximo a Figueruelas, habían muerto tras ser envenedados. 

«Cuando llego con el coche los perros suelen ladrar y me extrañó que no lo hicieran», contó Rodríguez a los agentes del Seprona cuando fue a Alagón a poner la denuncia. «Al entrar a la perrera, vi que 13 de los 17 perros estaban muertos y que los otros cuatro, aunque seguían vivos, estaban en muy malas condiciones», afirmó.

Los perros fueron envenenados «a conciencia» 

Los cuatro perros que aún vivían fueron trasladados una clínica veterinaria de urgencias en Zaragoza. «Había que hospitalizarlos para ponerles tratamiento anticonvulsionante y estuvieron allí un par de días por intoxicación aguda. Claramente es un veneno administrado a conciencia pero estos cuatro debieron de comer menos cantidad que los otros», ha explicado a El Heraldo también algo afectado el veterinario de confianza del denunciante.
El rehalero no para de repetir que quien lo perpetró lo hizo «a conciencia». Los perros, explica, estaban enjaulados de dos en dos y, al parecer, alguien fue administrando comida envenenada en cada una de las jaulas por los dos lados del pasillo y de forma individual a cada uno de los animales. «Víctor dice que solo les daba ternasco para comer y en las jaulas y los vómitos encontramos restos de pollo», cuentan desde la clínica veterinaria de Utebo.

El Seprona investiga los hechos 

Los agentes de la patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Ejea de los Caballeros se personaron en la finca al día siguiente y han confirmado que allí continuaban los 13 animales muertos rodeados de vómitos. También acudió el veterinario de Utebo para colaborar. «Enviamos muestras de vómito de seis de los animales fallecidos a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, donde les están practicando las necropsias y analizando el material para tratar de identificar qué veneno es», relata el profesional, quien además añadió que los perros de Víctor Rodríguez «estaban en perfectas condiciones, bien cuidados». 
En la denuncia, Rodríguez manifiesta que junto a los perros encontraron «unas bolas negras muy pequeñas» y aunque podría tratarse de Aldicarb, desde la Guardia Civil prefieren no aventurarse todavía y no sacar conclusiones antes de tiempo pues la investigación sigue abierta. «Se están analizando las muestras en la Facultad de Veterinaria y después habrá que enviarlas a Madrid para tratar de determinar el veneno que se utilizó e identificar a los responsables», explican desde el cuerpo.
Respecto al sufrimiento de los animales, desde la clínica veterinaria informan de que los envenenamientos provocan síntomas nerviosos y, al final, una parada cardiorrespiratoria. Según dicen, «la muerte se tuvo que producir en muy poco tiempo, entre dos o tres horas después de la ingestión del veneno».
Carmen Díez, la madre del joven cazador, se muestra indignada con que alguien haya podido hacer algo así y cuenta que su hijo está «destrozado» porque estos perros «lo eran todo» para él.