El pasado sábado unos aficionados al kayak que exploraban el pantano de Canelles encontraron el cuerpo sin vida de un hombre cerca de la Muralla de Finestres, en el municipio de Viacamp i Llitera. Aunque falta analizar los resultados de la autopsia y las pruebas de ADN, tal y como ha informado el medio Segre, todo indica que se trata de un cazador de Barcelona de 64 años que desapareció en febrero de 2015 al caer al agua cuando su barca se hundió en este pantano. Los encargados de la empresa que alquila los kayaks avisaron a los servicios de emergencia sobre las 13:30 horas.

Hasta el lugar se desplazaron bomberos de la diputación de Huesca y agentes del Seprona de la Guardia Civil, que sacaron del agua el cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición. Según fuentes próximas al caso, el cuerpo fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Huesca para ser reconocido y examinado. Los primeros datos sugieren que se trata del hombre con residencia en Barcelona y casa en Estopanyà, que llevaba ocho años desaparecido.

La lancha en la que viajaban seis personas naufragó

La última vez que se le vio fue el 21 de febrero de 2015, cuando participaba con otros setenta cazadores en una batida de jabalíes en la zona de ‘La Isla’, en el pantano de Canelles. Aquel día, cerca de las 20:00 horas, la lancha en la que iba el cazador, junto con otras cinco personas, se hundió por el fuerte viento.

Dos de los ocupantes consiguieron llegar a tierra y pedir ayuda. Otro logró sostener a flote a la víctima y a su mujer, pero en un momento dado el vecino de Barcelona fue arrastrado por la corriente. Los equipos de rescate salvaron a tres personas, pero no encontraron al desaparecido.

Desde entonces se inició un gran dispositivo de búsqueda que se prolongó varias semanas y en el que intervinieron Bomberos de la Generalitat, los Bomberos de Huesca, la Guardia Civil de Huesca, los Mossos y los Agentes Rurales.