La Reserva de Caza Sierra de Gredos contará en breve con un dron para vigilar sus terrenos y prevenir el furtivismo. Así lo ha acordado la Junta Consultiva de la Reserva de Caza Sierra de Gredos, que ha aprobado un plan de mejoras por valor de 490.594,50 euros para el período 2024-2025.

El dron, que fue presentado hace un año, está equipado con cámaras con óptica en espectro visual e infrarrojos, lo que le permite detectar la presencia de personas y animales en la zona. El dron se suma al equipo de seis vigilantes que ya trabajan en la reserva y que contarán con nuevo material para el control nocturno.

Vigilancia, reparación de infraestructuras y adquisición de material para celadores

La vigilancia es la partida más destacada del plan de mejoras, con un presupuesto de 341.220 euros. El objetivo es garantizar la conservación de la fauna y el cumplimiento de la normativa cinegética en la reserva, que alberga especies como la cabra montés, el corzo, el ciervo, el jabalí y el zorro.

El plan de mejoras también incluye la reparación de caminos y refugios en varios municipios de la reserva, así como la adquisición de material para uso de los celadores. Además, se ha aprobado el plan de aprovechamiento cinegético 2024-2025, que establece los permisos para cazar. En este caso, 167 machos de cabra montés y 130 hembras selectivas, 6 corzos macho no medallables en rececho, 120 ciervos y 120 ciervas, además de jabalí y zorro sin cupo.

De caza menor, se prevé realizar un máximo de 6 jornadas de caza de conejo, perdiz y codorniz en San Juan de Gredos, Zapardiel de la Ribera, Navalperal de Tormes, Hoyos del Espino y Santiago de Tormes.

Una actividad que genera riqueza en la zona

Gracias a los permisos de caza que se subastan se controlan las poblaciones animales en la zona, algo fundamental para reducir su impacto en la flora, para disminuir las enfermedades, los accidentes de tráfico y para controlar los daños a la agricultura.

Anualmente se recaudan cifras por encima del millón de euros que se reinvierten en la gestión de la flora y la fauna de la reserva. La caza demuestra con ello una vez más que sigue siendo una extraordinaria fuente de ingresos para los municipios más humildes de la España rural.