Cuando se habla de caza la sociedad suele utilizar clichés enquistados que dejan en mal lugar a esta actividad y a quienes la practicamos, pero ¿son ciertos? La mayoría no. Te citamos diez ejemplos.
17/10/2016 | Redacción JyS
Todo cazador que se precie conserva el medio
Además de acciones directas como reforestación o gestión sanitaria de las especies, el dinero que los cazadores invierten en cazar se revierte en fondos de conservación, como así lo han afirmado varias organizaciones conservacionistas a nivel mundial.
Los cazadores comen más sano que las personas que no cazan
La carne de caza es rica en proteínas, baja en grasas y no contiene hormonas ni antibióticos. Además la caza permite mantener poblaciones estables y saludables, mientras que la producción masiva en granjas tiende a hacer que el producto sea de peor calidad, ya que prima por el contrario la cantidad.
El cazador odia que se desperdicie la carne
El cazador sabe de dónde procede y cuánto cuesta conseguir ese alimento. Además lo prepara él mismo, así que no malgasta ninguna pieza de carne.
El cazador antepone la seguridad sobre todo lo demás
Lo de menos es cazar, lo importante es volver sano y salvo. Actualmente existen multitud de mecanismos para salvaguardar la integridad de todo aquel que sale al monte, el más sencillo de todos la ropa reflectante.
La caza no se está perdiendo
Al contrario, es una actividad en auge. Sobre todo en lo que al género femenino se refiere, cada vez son más las aficionadas a la caza.
El cazador no es una persona sedentaria
Cuando salimos al monte realizamos muchísimo ejercicio, hay jornadas en las que un cazador llega a andar kilómetros y kilómetros. Además esta actividad es buena para la mente, ya que la tranquilidad del monte es similar a una terapia anti estrés.
Los cazadores son autosuficientes
Cuando un cazador sale al monte lleva todo lo necesario para sobrevivir en caso de emergencia y además consigue su propia comida. Y todo ello a pie.
Los sentidos de un cazador están más desarrollados
Un cazador es capaz de ver y oír cosas que alguien que no está acostumbrado a estar en el monte no percibiría.
A cualquier cazador le encanta enseñar su modo de vida
Da igual si es a su hijo o a un amigo, un cazador siempre está dispuesto a dar a conocer su pasión en todos sus aspectos: seguridad, gestión del terreno, conservación…
El cazador ama a su perro
Como compañero que es, un cazador siempre está dispuesto a darlo todo por su can: le da las mejores comidas, los mejores cuidados veterinarios, ejercicio…