Un cuento sobre brujas que carga contra los cazadores ha vuelto a generar polémica en las redes sociales después de que uno de los seguidores de Jara y Sedal compartiera las imágenes de la publicación en la que se muestra una imagen negativa de los aficionados a la actividad cinegética.

En el interior del libro 2 Cuentos de Brujas, editado por la editorial Grijalbo S.L. y publicado originalmente en 2001, se puede leer que «lo que más furiosa pone a Gruñilda», una de las brujas, «son los cazadores que van al bosque a matar animales por diversión». «Por eso inventó un hechizo para convertirlos en piedra a ellos y a sus escopetas», puede leerse en el mismo párrafo en el que además se añade: «Desde entonces, cazador que ve, ¡zas!, cazador que convierte en estatua. Ahora todos tienen mucho miedo al bosque de Gruñilda y ya nadie va a cazar por allí».

No es la primera vez que un libro para niños carga contra la caza

La publicación que muestra al cazador como el malo del cuento, no es un hecho aislado. Recordamos el caso en el que la Real Federación Española de Caza (RFEC) emitía un burofax a la Editorial Vicens Vives, S. A. para exigir la rectificación del libro Proyecto Zoom de Lengua Castellana y Literatura, dirigido a alumnos de quinto de primaria en Andalucía, en cuyas páginas aconseja a los niños no cazar. Un año antes la editorial Algaida confirmaba a la Federación Extremeña de Caza que revisaría y modificaría el libro escolar que atacaba al sector de la caza. En concreto, se trataba de la unidad temática ‘Los Zorros’ que se incluye en el proyecto de Educación Infantil ‘Pompas de Jabón’, dirigido a niños y niñas de 5 años y que se utiliza en algunos centros extremeños, tal y como denunció Jara y Sedal la pasada semana.

El libro editado por El País que llamó asesinos a los cazadores.

No fueron los únicos casos. También un libro para niños editado por el diario El País se volvía viral en 2020 entre los cazadores después de criminalizar al colectivo tachándolo de «asesino». Aunque la colección «Mis animales favoritos» a la que pertenece fue lanzada en septiembre de 2006 por el citado diario para que «los pequeños de 4 a 12 años aprendan, jueguen y amen a los reyes de la naturaleza», lo cierto es que en su número 34 -dedicado al jabalí- aparecen frases contra el colectivo cinegético como: «El jabalí no goza de buena prensa, excepto entre los cazadores, pero con la condición de ser jabalí muerto, y serlo de un memorable escopetazo» o «incluso puede acceder a la gloria de decorar con su cabeza momificada alguna sala de la vivienda de su asesino».