Antonio Martínez lograba cazar junto a su hijo el pasado 14 de mayo su primer corzo en un coto social de Cuenca: un atípico macho de 13 puntas.
24/6/2019 | Redacción JyS
El joven conquense Antonio Martínez padre e hijo abatieron en Cuenca el pasado 14 de mayo un corzo con una peculiar cuerna de 13 puntas y una enorme roseta. Ocurrió en un coto social en Cuenca.
La historia de cómo Martínez abatió junto a su padre al pequeño cérvido es singular, ya que tres días antes lo habían localizado, pero no pudieron dispararle porque la distancia que les separaba era «exagerada» y después no lo volverían a ver. No obstante, en la mañana del 14 de mayo volvieron a intentarlo y… por fortuna, dieron de nuevo con el animal a unos 400 metros del pueblo. Nada más llegar al sitio, según relata el cazador, «vimos una hembra tumbada que parecía estar sola, pero tras más de media hora observándola se levantó corriendo porque la perseguía este macho…», relata.
Tanto Martínez como su padre los estuvieron viendo comer a unos 250 metros mientras valoraban el trofeo. «A simple vista parecía que solo tenía dos puntas rectas, pero gracias a los prismáticos vimos, cuando salió el sol, que le brillaba en la base mucha más cuerna y parecía que tenía bastantes puntas», expresa sobre el momento en que advirtieron que no era un trofeo común.
En ese instante, decidieron acotar la distancia que les separaba y cuando cuando consiguieron acercarse a unos 180 metros, fue cuando Antonio Martínez hijo le dejó el rifle a su padre quien, certero y preciso, logró abatir al corzo.
Según relata Martínez hijo, fue el primer corzo que cazaba su progenitor, por lo que se mostró «muy nervioso». Cuando llegaron al animal, «los nervios se transformaron en alegrías», confiesa. Acababan de hacerse con un maravilloso corzo de 13 puntas «que será muy difícil de volver a encontrar uno similar», sentencia Martínez.
Otros singulares corzos de las últimas semanas
Las últimas semanas han dejado grandes capturas de corzos que han sido noticia en Jara y Sedal, como la que hemos compartido en los últimos días de un macho abatido en Guadalajara cuyo trofeo arrojaba en la báscula la friolera de 770 gramos. También en la misma zona Juan Hernández Canut, de 21 años de edad, cazó a rececho un atípico corzo en el Alto Tajo que tenía una cuerna hacia abajo.
Del mismo modo, ha destacado la captura del joven pontevedrés Pedro Sanjuan Carril, que cazó junto a su padre el Jueves Santo un corzo con un singular trofeo que habían localizado semanas antes.
