La Fundación Artemisan está llevando a cabo el proyecto denominado ‘Efecto del control de depredadores generalistas en las poblaciones de caza menor y otras especies’ con el fin de conocer las causas de la caza y captura de estos.

En la actualidad, las especies de caza menor, especialmente las ligadas a medios agrícolas, se encuentran en regresión en el conjunto de la Península Ibérica. Es un escenario opuesto a lo que sucede con las especies de ungulados y carnívoros. Como causa principal, destaca el cambio tan drástico que ha sufrido el paisaje, entre otros factores, por la intensificación agrícola.

La finalidad de este proyecto, llevado a cabo gracias a las ayudas a la investigación en el sector cinegético 2020-2023 financiadas por la Federación Extremeña de Caza, es seguir ahondando en el conocimiento sobre el efecto del control de predadores generalistas, separándolo del efecto que pueda tener el hábitat tanto en especies de caza menor, como en otras especies -también no cinegéticas- y en los propios predadores.

Sus resultados servirán de ayuda para tomar decisiones en otros cotos de España

Cabe destacar que sus resultados serán altamente replicables en los cotos de Extremadura y toda España. Así, servirán de ayuda en la toma de decisiones en los cotos que quieran recuperar las especies objetivo y otras que puedan verse beneficiadas. Además, servirá para profundizar en la eficiencia de los métodos de control de predadores utilizados en la actualidad. Todo ello podrá repercutir en la normativa vigente al respecto.

José María Gallardo, presidente de la Federación Extremeña de Caza, explica que con este proyecto financiado por su entidad y dotado con 300.000 euros de fondos propios «la Federación reafirma su compromiso con la conservación y recuperación de la caza menor, devolviendo así la confianza depositada en nosotros por los más de 35.000 cazadores extremeños».

Dos fincas de Badajoz, las pioneras en el proyecto

Un guarda en una de las fincas del proyecto. © Fundación Artemisan

Este proyecto arrancó en la primavera de 2021 en dos fincas de la provincia de Badajoz con similares características de hábitat, el mismo modelo de gestión agrario y cinegético y con densidades similares de perdiz roja al comienzo del proyecto. En una de las fincas se realiza un control de depredadores oportunistas por un guarda rural especialista, y en la finca testigo no se realiza; además, en ninguna de las fincas se realiza aprovechamiento de la caza menor.

En ambas zonas se llevan a cabo, a través del equipo de investigación de Fundación Artemisan, los muestreos de fauna -con censos diurnos y nocturnos para medir indicadores poblaciones de las especies de caza menor y de los predadores y fototrampeo -para medir la diversidad y distribución de la comunidad de predadores.

¿Qué predadores se está controlando?

Meloncillo. © Shutterstock
Meloncillo. © Shutterstock

Las especies objetivo del control de predadores están siendo el zorro (Vulpes vulpes), la urraca (pica pica) y el gato doméstico asilvestrado (Felis silvestris). Además, cuando sea necesario y mediante autorizaciones de la administración, se controlarán tanto el jabalí (Sus scrofa) como el meloncillo (Herpestes ichneumon). Esto se hará mediante solicitudes para prevenir daños importantes a la ganadería o a especies silvestres.

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