Los accidentes con jabalíes han aumentado en el último año en Galicia debido al crecimiento de su población, un hecho provocado por la falta de caza por las restricciones sanitarias. Así se desprende de un informe al que ha tenido acceso La Opinión de A Coruña en el que se expone un balance récord de accidentes de tráfico provocados por la irrupción en la carretera de jabalíes o corzos, entre otros.

En el primer trimestre de 2021, la red viaria de la comunidad soportó un total de 1.658 accidentes con animales, una cifra récord que supone una media de 18 cada día y casi un 70% más que los 997 registrados hace diez años.

Como expone el citado medio, este balance deja a Galicia marcada en rojo en los mapas de accidentalidad por atropello de animales, ya que en el conjunto del país es la que soporta más incidentes de este tipo por kilómetro cuadrado y ya representan la mitad de todos los accidentes de tráfico registrados en la comunidad en zona interurbana.

El año pasado las carreteras gallegas fueron escenario de más de 5.000 siniestros viarios causados por la fauna cuando hace una década no llegaban a 3.000.

El atropello de jabalí, el tipo de accidente con fauna silvestre más común

Según se desprende de los datos a los que ha tenido acceso este medio, el accidente por irrupción de un animal en la calzada que más se repite en las carreteras gallegas es el del atropello a jabalí. Aunque en lo que va de año no se produjo ningún fallecido en Galicia por este tipo de accidentes, se registraron un total de 24 heridos.

Las provincias de Lugo y Ourense, por este orden, son las que concentran el mayor número de atropellos de animales, un 32,6% del total en la comunidad en el primer caso y un 29,3% en el segundo.

Este mismo lunes, un motorista murió tras chocar contra un jabalí en Barcelona

Este lunes, un motorista de 56 años y vecino de Caldes de Montbui ha perdido la vida tras colisionar contra un jabalí en la localidad de Moià. Según fuentes de los Mossos d’Esquadra, la víctima sufrió dos colisiones: primero contra el animal, que cruzaba la carretera -a pesar del intento del hombre de tratar de esquivarlo- y después contra una furgoneta que circulaba en sentido contrario. Así ocurrió todo.