«Sabes que una película es buena cuando sin haberla visto ya se respira tensión en todo un país». Con estas palabras, el productor y director Álex Galán desvelaba hace unos días en sus redes sociales que él –y no los cazadores de lobos– había sido el remitente de un paquete que Luis Planas recibió en el Ministerio de Agricultura con el cráneo de una cabra manchado con pintura roja. «No es una amenaza. No es un ataque. Es una película sobre la España más Western. Es la película. Salvajes. Próximamente», explicaba el joven que productor de Nunatak Producciones.

Además de poner en evidencia lo sencillo que resulta para la mayoría de los medios de comunicación criminalizar sin pruebas al colectivo de cazadores, Álex logró captar la atención sobre su película, una documental grabado en Asturias, entre pastores, lobos, ecologistas y furtivos. El lanzamiento del tráiler tuvo lugar ayer, y en un sólo día ya ha sido compartido más de mil veces.

Tal y como el propio Galán ha reconocido a Jara y Sedal, se trata de un documental en el que han buscado mostrar la realidad de la convivencia con el lobo en el mundo rural sin filtros: «Hemos dejado que pastores, ecologistas y furtivos hablaran sin censura». Para ello ha contado con la participación de caras muy conocidas en el sector ganadero, como el pastor Nel Cañedo, famoso por su defensa del mundo rural y sus afiladas críticas a las políticas que dan la espalda a los pueblos. El joven pastor reconoce a este medio que no se trata de una cinta pro-lobos ni pro-ganaderos, sino que es un documental que se limita a grabar la realidad: «El tipo pone la cámara y nosotros hablamos sin tapujos».

«El furtivo no es un cazador»

A pesar de entrar en un debate tan encendido como el del lobo, Álex asegura que se trata de una cinta «para unir, no para separar, conociendo la realidad de todas las partes». «Es una película de fronteras: la de los ecologistas y los cazadores, la de los ganaderos y el lobo…», reconoce. Curiosamente, el depredador que se convierte en el eje del trabajo no era su objetivo inicial. El director, que ha recorrido el mundo grabando a diferentes tribus indígenas, se sumergió durante tres años en las montañas de Asturias grabando a sus últimos pastores: «son los indígenas de España, aunque muchas veces no los veamos como tal». Al ir grabando su día a día se dio cuenta de que siempre había un punto en el que se generaba fricción: la presencia del lobo. «Por eso orientamos el documental en esa dirección», reconoce.

A pesar del éxito de este adelanto, Álex no ha querido desvelar aún la fecha de lanzamiento del documental. Lo que sí ha adelantado es que, salvo uno, todos los personajes son reales. Según el director, el furtivo es auténtico y los espectadores podrán ver dando muerte a un lobo en la película. «Lo que sí puedo decir es que el furtivo no es un cazador», concluye. Este es el avance.