La sección sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña ha confirmado este lunes la sentencia de un juzgado de Padrón que condenó a un piragüista que agredió a un pescador en el río Ulla que le pidió que no metiese su embarcación en el lugar en el que se encontraba para no espantarle los peces. El acusado tendrá que indemnizar a la víctima con 920,98 euros, además de pagar una multa de 90 euros tras ser declarado culpable de un delito leve de lesiones, además de pagar las costas que originó el proceso judicial en primera instancia, según ha desvelado La Voz de Galicia.

Los hechos, que detalla el citado medio tras tener acceso a la sentencia, acaecieron el 27 de junio del 2020, cuando la víctima estaba pescando con su sobrino-nieto de 12 años de edad. «Mientras descansaba un momento, observó que un vehículo con una piragua cargada en el mismo estacionaba en el lugar, por lo que indicó al conductor que se encontraba pescando y le solicitó que no metiera la piragua en el río», recoge la sentencia.

El piragüista reaccionó de manera hostil y se inició entonces una discusión entre ambos en la que los dos llegaron a sujetarse, pero fue el acusado el que, según señala la resolución, empujó al pescador «provocando que ambos cayeran». La víctima se golpeó en la parte posterior de la cabeza y el agresor cayó sobre él para después continuar golpeándole «en la cara y la cabeza con los puños», añade la resolución, informa La Voz de Galicia.

Este medio indica que cuando el piragüista vio que el pescador sangraba abundantemente por la cabeza, lo soltó, se subió a su coche y abandonó el lugar. La víctima sufrió heridas en el ojo izquierdo, en la cara y la cabeza que le obligaron a permanecer en observación en el Hospital.

Un hecho similar: se lía a puñetazos con un pescador en Pontevedra que le recriminó haberle pisado la caña

pescador agredido Bueu

El Juzgado de Instrucción número dos de Marín, en Pontevedra, ha impuesto a un hombre una multa de 270 euros como autor de un delito leve de lesiones después de que diese varios puñetazos a un pescador que le recriminó haberle pisado la caña.