Los hechos tuvieron lugar el pasado 15 de noviembre del año 2018 en un coto de caza de la provincia de Ciudad Real. Fue allí donde los cuatro furtivos entraron en esta propiedad privada de la entidad Minas de Almadén y Arrayanes.

Lo hicieron montados en un vehículo A8 y con un rifle de caza del calibre .243, con el que dispararon a varios ejemplares. En concreto, los cuatro individuos abatieron sin autorización un gamo y dos venados en dicho territorio de Almadén.

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Ciervos. ©Shutterstock

Pillados por agentes del Seprona

En ese momento, una patrulla del Seprona les pilló ‘in fraganti’ y, entonces, se produjo la consiguiente persecución por el coto. La escena terminó con los acusados abandonando el vehículo con el que habían irrumpido en la propiedad.

Los agentes hallaron, en el interior del maletero, la cabeza decapitada de uno de los animales abatidos. El resto de ellos, en cambio, los encontraron en el coto. Ante estos hechos, los cuatro furtivos fueron denunciados.

Más de 2.000 euros de multa a cada furtivo

El juzgado de lo penal número 1 de Ciudad Real condenó a los cuatro, el pasado 8 de junio de 2022, como autores responsables de un delito contra la fauna. Asimismo, esto conllevó una pena de seis meses y un día de multa con cuota diaria se seis euros, lo que corresponde a un total de 1.080 euros.

Además de esto, tendrían que enfrentar una indemnización conjunta por responsabilidad civil a la entidad propietaria del coto de 3.900 euros. Pese a que la defensa de los condenados recurrió la sentencia por dos cuestiones de índole estrictamente jurídica, ambos recursos fueron tumbados por la Audiencia Provincial.


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La sentencia concluye que «los recurrentes se fueron a cazar en terreno cinegético, que era coto privado de caza mayor, considerado cinegético de protección especial, pero sin autorización alguna de su titular. Quisieron aprovecharse de la zona para cazar sin derecho, permiso o autorización alguna. Quisieron hacerlo en zona cinegética en coto privado de caza. Existió un »aprovechamiento’ del ‘aprovechamiento cinegético’ que compete en exclusiva al titular del coto, permitiendo el ordenamiento jurídico otorgar a los titulares de estos terrenos de una especial protección ante situaciones como la descrita en los hechos probados, y quedó acreditado que la caza se produce en un coto privado».

Finalmente, los cuatro furtivos han sido condenados a pagar un total de 2.055 euros cada uno, sumando las dos multas. También han sido inhabilitados para ejercer la caza durante los próximos dos años.