El lucio es una especie fundamental para entender la pesca en nuestro país porque está presente en la mayoría de embalses de toda la Península Ibérica. Por ello despierta una gran pasión entre miles de pescadores.

Aunque se trata tradicionalmente del rey del invierno, en esta ocasión el conocido youtuber en el mundo de la pesca Anglers acude tras ellos en otoño, buscándolos en grandes embalses con gran variedad de orillas, estructuras y profundidades.

En este vídeo explicativo, grabado en dos jornadas de pesca consecutivas, Anglers muestra las principales técnicas que utiliza en estos escenarios, siempre eligiendo el señuelo adecuado para la capa de agua que desea pescar, así como la acción que quiere que desarrolle el señuelo durante cada momento de la jornada.

El viento y las nubes, protagonistas de un desilusionante inicio de jornada

En la primera parte de la jornada el sol no hizo acto de presencia y hubo bastante viento, por lo que el pescador no tuvo ninguna picada. Pero poco a poco las nubes se fueron disipando y comenzaron las primeras entradas a los señuelos.

El cambio de profundidad fue clave para propiciar la picada de un enorme ejemplar de unos cuatro kilos de peso. Anglers intercambió, como así explica en la grabación, un vinilo con 30 gramos con otro de 70, dejando que se hundiera algo más sobre las capas de 10, 15 e incluso 20 metros de profundidad: esa decisión tuvo premio.

La paciencia, fundamental en jornadas de este tipo

La paciencia es un punto muy importante. No hay que perder la fe ni tirar jamás la toalla, ya que el lucio es un pez que aunque te haya desilusionado durante toda una mañana, al final de ésta puedes tener suerte y pescar el depredador de tu vida.

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Spinning: Así se pescan lucios a pez visto

Spinning: Así se pescan lucios a pez visto
Foto: Shutterstock

Pescar a pez visto es una de las más increíbles sensaciones que puede experimentar un pescador, aunque de las más complejas ya que es mucho más difícil engañar al pez.

En esta modalidad, el pescador disfruta doblemente porque, en primer lugar, ve perfectamente la picada, cada movimiento del pez, cada reacción ante el señuelo, si lo toma o lo deja, si está o no dubitativo… En segundo lugar, porque disfruta y siente cada movimiento de la naturaleza. Además, se añade el condicionante de que se trata de lucios, peces que normalmente acostumbran a estar en las profundidades, por lo que es triplemente gratificante. Puedes ver el vídeo aquí.