La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha advertido de las consecuencias sanitarias de la «plaga de conejos híbridos» que ya se encuentra extendida por diferentes comunidades de España.
Dada su gravedad, han reclamado al Gobierno y las comunidades autónomas que emprendan de manera «urgente medidas contundentes y eficaces». Además, han solicitado una reunión con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la que se aborde esta situación.
Pedro Gomáriz, responsable de Área de Fauna Salvaje de COAG, es uno de los agricultores que se están viendo afectados por los daños de los conejos en Molina de Segura, Murcia. Por su parte, ha denunciado que «en la mayoría de las zonas, las medidas que se han tomado han resultado claramente insuficientes para reducir la superpoblación de conejos híbridos y se requieren medidas excepcionales».
La plaga de conejos ataca al campo español
Concretamente, son ya 1.436 municipios de 10 regiones las afectadas por dicha problemática. Estas son Aragón, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, La Rioja, Navarra y Región de Murcia.
Lejos de mejorar, la situación será aún más grave a causa del verano y la sequía. En estos términos, la asociación advierte que las altas temperaturas serán «caldos de cultivo para que proliferen otro tipo de plagas y enfermedades ligadas a la sobrepoblación de conejos. Esto derivará en una problemática de sanidad animal y humana».
«Es el caso de las garrapatas. Las aves migratorias provenientes de África las traen y los conejos se infectan de las mismas en los humedales. A partir de ahí, alojadas en sus orejas, las distribuyen a lo largo y ancho del campo español. Ya ha habido casos de agricultores y senderistas hospitalizados por picaduras de las mismas», ha matizado Gomáriz.
Una mezcla de conejo «más grande y más voraz»
Javier Fatás, responsable de Medio Ambiente y Fauna Salvaje de la Ejecutiva de COAG, ha asegurado que España se enfrenta a una «inédita plaga de conejos híbridos nunca antes vista». «Es una mezcla de conejo de monte con doméstico. Más grande, más voraz y con mayor capacidad para procrear», ha explicado.
«Ha habido irresponsabilidad por parte de los ciudadanos (que abandonan conejos domésticos cuando se cansan de ellos como mascota y los echan al campo) y de las mismas administraciones. Han intentado moldear de forma artificial el mundo natural, permitiendo la proliferación de conejos sin control para alimentar a especies en peligro de extinción como el lince», ha señalado Fatás.
De igual modo, ha insistido en que «la situación se les ha ido de las manos y ahora los que estamos pagando las consecuencias somos los agricultores y ganaderos».
Respecto a las posibles medidas, desde COAG proponen el control poblacional de los conejos con campañas de esterilización y eliminación de madrigueras. Asimismo, apuestan por ofrecer indemnizaciones a los profesionales agrarios cuyas explotaciones sufran los efectos de la presencia de conejos.