El cazador catalán Adrián Mckechnie, junto con su hermano, Robert Mckechnie, tuvieron la oportunidad de vivir el pasado domingo 22 de octubre uno de esos lances que no solo se quedan perennes en la memoria, sino que también son capaces de provocar una emoción única e inigualable. Se trata de la captura de un increíble ejemplar de ciervo durante una batida.

La pasión por la caza es, sin duda, algo que esta familia lleva en la sangre. De hecho, Robert, el hermano del protagonista, acudió a la jornada en compañía de su hijo pequeño de cuatro años. Por lo tanto, la ocasión se merecía que todas las ilusiones estuvieran puestas en poder encontrar una presa digna para compartir un gran recuerdo.

© A. M.

Así consiguieron dar captura al ciervo

Tal y como Adrián ha contado al equipo de Jara y Sedal, él, su hermano y su sobrino pequeño acudieron con los perros y con «otro compañero perrero». «Se me cruzó a mí en un bosque de pinos y le disparé dos veces, ambos tiros certeros», recuerda.

El lance tuvo lugar durante una batida en Terrada, un municipio de Gerona. Sin lugar a dudas, esta es una escena que al cazador le costará olvidar porque, como él mismo ha destacado, era primer ciervo.


Un cazador abate un enorme jabalí de casi 200 kilos que dañaba los campos de maíz


«Estaba muy contento», explica, «y más aún cuando me dijo el taxidermista que era una gran captura digna de medalla de oro. Oro es a partir de 181 puntos y el mío dio 214,29 puntos», detalla.

Por último, Adrián ha querido dejar constancia de que, más allá del increíble ejemplar que consiguió encontrar y, posteriormente, abatir, este momento fue aún más especial. «Me dio ilusión también que mi hermano llevara a mi sobrino pequeño de cuatro años y que pudiera verlo», confiesa.