El joven Adrián Fernández y un amigo dieron caza hace unos meses a un descomunal jabalí medalla de oro que estaba destrozando un campo de trigo. Además, la tremenda pieza ha dado una puntuación final de 110,97, lo

2/2/2020 | Redacción JyS

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El tremendo jabalí abatido por Adrián Fernández. / JyS

El joven catalán Adrián Fernández dio caza hace unos meses a un colosal jabalí que finalmente ha sido medalla de oro tras una apasionante jornada de espera en un coto social de Cataluña. «Todo empezó una tarde calurosa de verano, donde un amigo y yo nos disponíamos a ir de espera a unos campos de trigo donde hacían daños los jabalíes», comienza relatando a Jara y Sedal el joven. «Buscamos un sitio en alto desde donde veíamos un barranco rodeado de campos en el que creíamos que dormían los jabalíes. Al poco tiempo de llegar, escuchamos que algo se movía debajo de nosotros», añade.

Estuvieron atentos un rato, pero al ver que no aparecía nada, dejaron de prestar atención. Pasada una hora, les entró una pareja de corzos en uno de los campos de trigo y éstos «estuvieron correteando de un lado a otro durante un buen rato, pero al final se echaron dentro del trigo», dice Fernández. A falta de una hora para que se fuera el sol, empezaron a oír ruido otra vez en el mismo sitio donde lo habían escuchado al principio, «pero esta vez más intenso», y sintieron que un gran jabalí se sacudía al levantarse de su encame: «Pegó unos cuantos bufidos y empezó a chascar los dientes, por lo que se nos pusieron los pelos de punta y nos quedamos mirando casi sin respirar», confiesa. «¡Se nos iba a salir el corazón por la boca!», exclama el cazador.

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Más imágenes del jabalí. / JyS

A los 15 minutos, el animal empezó a moverse y dio la cara por la zona baja del barranco, les pasó a los jóvenes por debajo y siguió barranco abajo: «En ese momento lo veíamos de culo y era grandioso, pero no se ponía de lado y solo le veíamos el culo y los jamones, que parecían los de un becerro. Cuando lo teníamos a 100 metros, se nos cruzó y se puso a hacer escucha y coger los vientos. Ahí fue cuando vimos los enormes colmillos que tenía», dice Adrián.

«Me lo encaré en el visor y aún apreciaba mejor los colmillos, así que no me lo pensé dos veces, apunté al medio de las paletas y, sin apoyarme, le tiré a pulso». El Bergara B14 Ridge en calibre .300 Winchester Magnum hizo el resto.

«El disparo resonó en el barranco y todo quedó en silencio, mi amigo y yo nos miramos y estábamos aún sin aliento, con cara de felicidad por este momento que acabábamos de vivir, nos abrazamos y empezamos a saltar de alegría», describe Fernández. «Nos temblaban las piernas y todo el cuerpo, recogimos las cosas del sitio y nos apresuramos a bajar al barranco y llegar al jabalí», sigue reseñando. Al llegar al lugar, la emoción y la felicidad fue máxima «al ver el tanque que acabábamos de abatir y las descomunales defensas que tenía», comenta el cazador. «A simple vista ya sabíamos que iba a ser medalla», afirma. Al final, después de su homologación, ha dado una puntuación de 110,97 puntos, lo que le otorga la medalla de oro.

Caza un jabalí de 218 kilos tras 25 noches de espera en Valladolid

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Paco Urueña, con el jabalí. / JyS

El cazador vallisoletano Paco Urueña abatió el pasado 28 de diciembre un imponente jabalí de 218 kilos de peso en una apasionante pero gélida noche de espera. A las 2:30 horas de la madrugada de aquel peculiar día y con 4 grados bajo cero puso fin a las 25 noches de aguardo que necesitó para cazar este monstruoso y viejo ejemplar de jabalí de «ocho años». Te lo contamos aquí.