El sector cinegético en España ha sido pionero en la implementación de medidas que han permitido mejorar el hábitat de la tórtola (Streptopelia turtur), cuyo deterioro es uno de los principales motivos de su reducción poblacional en nuestro país. Gracias a ello, se ha logrado estabilizar las poblaciones y recuperar moderadamente la especie desde el año 2013. Esa recuperación está siendo más palpable esta media veda, precisamente el primer año en que se ha prohibido su caza, tal y como han comentado muchos colaboradores de Jara y Sedal.

Ante el comentario generalizado que apunta a un hipotético aumento poblacional, esta mima mañana la redacción de esta revista ha preguntado a sus seguidores sobre el número de tórtolas que han avistado en los últimos días en sus cotos y la respuesta ha sido mayoritariamente la misma: «se ven más que nunca».

«Este año aún más que ningún año anterior», comenta un cazador desde Santiponce (Sevilla) en el citado post de Facebook que acumula ya cientos de comentarios. «En Navarra, zona Ribera me ha sorprendido», comenta otro. No son los únicos, comentarios como: «En Huelva en la zona del Andévalo el día 22 vimos más de cien»; «muchas más que otros años»; «en Cuenca como todos los años buena densidad»; «hay más, por lo menos en Málaga»; «yo hacía años que no veía la cantidad de este año» o «como nunca, una pasada en Salamanca», son algunas de las declaraciones se pueden encontrar entre los cientos de respuestas que corroboran que este año el paso de tórtola parece ser bueno.

Pero, aunque siempre es interesante escuchar tantos testimonios de primera mano, estos comentarios carecen de validez científica, por lo que hemos querido saber qué dicen los investigadores que estudian a la tórtola desde hace años sobre este hipotético aumento poblacional.

¿Está aumentando la densidad de tórtolas en España?

En el año 2019 la Fundación Artemisan, la Junta de Extremadura y la Federación Extremeña de Caza, en colaboración con la Universidad de Extremadura, pusieron en marcha el Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea (PIRTE). En dos unidades de gestión separadas en Cáceres y Badajoz, comenzaron a realizar un seguimiento de poblaciones de tórtola en cotos en los que se gestiona la especie a través de suplementación alimentaria y caza sostenible, con objeto de promover buenas prácticas de gestión a pequeña escala que pudieran ser promovidas en otros cotos, mejorando así la salud poblacional de la especie.

Para conocer si las apreciaciones de los cazadores españoles sobre el incremento del número de tórtolas avistadas durante estas primeras jornadas de media veda eran correctas, Jara y Sedal ha contactado con Miguel Gómez Beloki, biólogo de la Federación Extremeña de Caza y uno de los técnicos que trabajan en el PIRTE. Él mismo revela a este medio que «el número de tórtolas avistados este año ha sido superior».

Si bien advierte que el año pasado, debido a la pandemia, no pudieron realizarse tantos censos y escuchas como este, en 2021 «en el 99% de las cuadrículas censadas se han contado tórtolas (…) en algunas de ellas de manera brutal». «En algunas zonas, del número de 60 machos reproductores en un recorrido de cuatro kilómetros, como si estuvieran a empujones entre ellos», añade Gómez Beloki.

No obstante, hay quienes han señalado que la ausencia de cebaderos en algunos cotos podría haber provocado que las tórtolas hayan tenido que «buscarse la vida» y, por ello, se hayan «repartido» más. Miguel Gómez da credibilidad a esta teoría, pero no duda en afirmar que este año es verdad que se ve más tórtola -al menos en Extremadura- y que desde 2013, «incluso según datos de SEO Birdlife, su número está aumentando».

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Los cazadores, quienes alimentaban a las tórtolas pagándolo de su bolsillo

El sector cinegético en España invierte 300 millones de euros al año en labores dirigidas a la conservación del medio ambiente, según el informe «Evaluación del Impacto Económico y Social de la Caza en España», elaborado por la consultora Deloitte para la Fundación Artemisan.

En concreto, este informe revela un dato hasta hace poco desconocido: que los cazadores gastan cada año más de 233 millones de euros en mejoras de hábitat y la conservación de los espacios forestales y vegetales, principal causa de declive de la biodiversidad, que afecta gravemente a la tórtola.

El verano, que es la época en la que la tórtola europea nos visita, esa inversión de dinero y trabajo aumenta puesto que los cazadores trabajan para compensar la escasez de alimento y agua para multitud de especies cinegéticas y no cinegéticas. En concreto, los cazadores invierten más de 15 millones de euros en la instalación de puntos de agua y 41,4 millones de euros en siembras. Muchas de estas últimas dedicadas a la gestión de la tórtola que, de seguir prohibida su caza, probablemente hay quienes tengan que dejar de sembrar al no poder costear sus gastos.