María es cazadora de cuna, como ella misma se define en el popular canal de YouTube que comparte con su pareja, igual de apasionado que ella por la cinegética. En él ha contado a todos sus seguidores una trágica escena que vivió en su adolescencia al recibir un disparo que casi acaba con su vida.
Los Cortijeros son una pareja de cazadores que, unidos por la caza, decidieron mostrar al mundo, a través de YouTube, los lances de los que han tenido la oportunidad de disfrutar juntos. Ahora, María ha querido dar a conocer un episodio algo más personal de su vida y así lo ha hecho en el vídeo que vamos a ver a continuación.
Casi pierde la vida a sus 15 años
«Hace muchísimos años que quería hacerlo», ha comenzado confesando refiriéndose al hecho de compartir con sus seguidores esta historia. Ocurrió durante el 24 de octubre de 2010, cuando tan solo tenía 15 años. «La recuerdo como una noche mágica porque al día siguiente iba a ir a cazar con mi padre», ha seguido recordando sobre la noche anterior.
«La mañana transcurrió malísima», ha afirmado la cazadora. «No vimos nada, no pegamos un tiro y recuerdo que sobre las 11:30 nos sentamos en una ladera a descansar y un búho enorme pasó por encima, a un metro, y se quedó fijamente mirándome a los ojos».
Después de esta pausa, siguieron con la caza. «Recuerdo que tenía detrás a un compañero con el que iba hablando y, de golpe, escuché un tiro», ha destacado visiblemente afectada por una imagen que le costará mucho olvidar.
Sin embargo, antes de escuchar el tiro vio «una mata enorme que se movía» y que estaba delante de ella. «La barriga me reventó, dejé de sentir la pierna izquierda y me caí al suelo. Recuerdo el sonido de la escopeta pegando contra las piedras como si se rompiese al caer para atrás y grité el nombre de quien sabía que me había pegado el tiro», ha continuado contando.
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«Al caer me miré y me vi el intestino por fuera de la camiseta, me lo cogí para que no se me saliera y, cuando vino mi padre, os podéis imaginar la situación de ver a tu hija con la barriga abierta y las tripas fuera». Asimismo, ha explicado que el compañero que disparó aseguraba que había tirado con plomo, a pesar de que ella sabía que era una bala. «A día de hoy creo que lo sigue diciendo», ha añadido María.
«Le juraba a mi padre que no me iba a morir, pero por dentro pensaba que cada vez que parpadeaba iba a ser la última vez que lo hiciera», ha detallado. Pasaron 45 minutos hasta que el helicóptero la rescató y lo que los médicos consiguieron salvando su vida fue un milagro.
«Me operaron, estuve siete horas y media en quirófano y le dijeron a mis padres que no se fueran de allí porque no iba a pasar la noche, que me iba a morir». Sin embargo, después de cuatro días se despertó con 47 grapas en la barriga y una larga recuperación para intentar ser la misma que antes del accidente. «Ahí empezó mi pesadilla», ha concluido.