Seguro que todo amante de la cinegética ha soñado alguna vez en su vida con tener el placer de experimentar una inolvidable batida como la que ha protagonizado este cazador. Su nombre es Alejandro Marín y lo que ha hecho que la jornada haya sido para recordar es el número de lances a jabalíes que pudo disfrutar.
El lance al que nos estamos refiriendo tuvo lugar el pasado día 1 de febrero. Nada más comenzar el día y tal y como el propio cazador ha contado al equipo de Jara y Sedal, acudió a una batida que se iba a realizar en el Prepirineo Aragonés, concretamente en un terreno situado dentro de la provincia de Huesca.
«Ya estando en el final de la cacería», ha comenzado narrando Alejandro, «en unos puestos de cierre a mitad de mañana, más o menos, empecé a sentir a los perros subiendo por el carrascal». En ese momento, se imaginó que «algún jabalí había porque un par de perros apareciendo heridos».
Cuatro jabalíes en una misma batida
Al cabo de unos 15 minutos después de esto, apareció el primer jabalí. «Rápido intentó coger la zona sucia a la carretera, le dejé llegar a un claro y ahí le disparé», ha recordado sobre el ejemplar con el que empezó la jornada.
Asimismo, el cazador ha continuado explicando que el segundo jabalí que se dejó ver «intentó la misma acción». Sin embargo, siendo ya conocedor de por dónde iba a subir, nada más salir le tiró acertando a la primera.

En lo que respecta al tercer ejemplar que estaba a punto de abatir, este salió de frente al punto exacto en el que él se encontraba esperando su llegada. «Le dejé acercarse y le disparé acertando», ha añadido Alejandro.
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Por último, el cuarto comenzó subiendo al puesto de arriba, en un primer momento, pero cuando decidió descender fue el momento en el que el cazador empezó a sentirlo. «En un pequeño claro le disparé», ha concluido hablando del cuarto y último jabalí.

De la misma manera, Alejandro ha terminado poniendo en valor «la sorpresa» que se llevaba cuando se acercaba a cada uno de estos ejemplares. En este sentido, se refiere a que todos ellos tenían una increíble boca con colmillos realmente asombrosos.