Una jornada de montería estuvo a punto de terminar en tragedia debido a una grave imprudencia cometida por uno de los participantes. Un vídeo captado por un cazador muestra cómo un compañero que ocupaba el puesto contiguo realiza un peligroso disparo que pudo costarle la vida, evidenciando los riesgos de no respetar las normas básicas de seguridad.

El incidente: un disparo en línea que pudo ser fatal

El vídeo, que se ha viralizado a través de servicios de mensajería instantánea, muestra a un cazador apostado en su puesto, esperando pacientemente la llegada de un jabalí que a punto está de cruzar un cortadero. Sin embargo, a escasos metros, el individuo de la postura contigua decide disparar de forma apresurada al animal sin esperar a que este cruce de manera segura al lado opuesto.

El disparo fue ejecutado en línea, poniendo en riesgo la vida del hombre que grababa la escena. Atónito, este permaneció sin poder articular una palabra durante varios segundos, consciente de la imprudencia que acababa de presenciar.

El ansia por anticiparnos en el disparo a un animal puede llevarnos a cometer una de las más graves imprudencias que existen en la caza: la de comprometer la seguridad de un compañero.

Cuando se acude a una montería, hay que escuchar atentamente las explicaciones del orgánico. Hartos estamos de oír aquello de: «Por favor, entierren los tiros. No disparen a una res en el viso. Y si ocupo un cortadero, espero que el animal pase y nunca disparo en línea». Pues bien, parece que el lamentable protagonista de las siguientes imágenes, hizo caso omiso. Toda una irresponsabilidad que podría haber acabado muy mal.

YouTube video

Las normas de seguridad en monterías: una necesidad ineludible

La caza en montería, una práctica arraigada en el medio rural español, exige un estricto cumplimiento de normas de seguridad para proteger tanto a los cazadores como al resto de participantes, como perros y rehaleros. Entre las reglas esenciales que deben seguirse nunca se debe olvidar:

  • Disparar solo cuando sea seguro: Nunca se debe disparar al viso ni cuando el animal se encuentre alineado con otro puesto. Los disparos deben realizarse únicamente hacia el suelo o áreas donde no haya riesgo de rebote para otros participantes.
  • Usar de prendas de alta visibilidad: Las prendas fluorescentes mejoran significativamente la seguridad al hacer más visibles a los participantes, especialmente en terrenos densos. No olvides portar una gorra, chaleco o brazalete de alta visibilidad para que tus compañeros de batida puedan identificar tu posición con facilidad.
  • Ubicación estratégica de los puestos: Los organizadores deben garantizar que los puestos estén colocados de manera que no queden en línea directa unos con otros. Si el terreno no permite una disposición segura, es fundamental delimitar claramente los campos de tiro entre las posturas cercanas. Si ocupas un cortadero, atiende a las indicaciones del postor y bajo ningún concepto dispares en línea.
  • Armas enfundadas y cero alcohol: Los rifles deben permanecer enfundados hasta llegar al puesto asignado y no deben cargarse hasta haber señalizado nuestra posición a los puestos contiguos. Además, el consumo de alcohol debe estar absolutamente prohibido antes y durante la actividad. Las copas, para otro momento.
https://revistajaraysedal.es/wp-content/uploads/2021/08/pesca-galicia-puerto.jpg
Un cazador con prendas de alta visibilidad durante una batida. © Ángel Vidal

Evitar tragedias: un compromiso de todos

El incidente grabado no solo es un recordatorio de los riesgos asociados a la caza, sino también un llamado de atención para que todos los participantes tomen conciencia de su responsabilidad. El respeto por las normas no solo garantiza la integridad física de los cazadores, sino que también preserva la imagen de la caza como una actividad responsable y sostenible.

La caza es mucho más que disparar: es un compromiso con la naturaleza, la tradición y la seguridad de quienes comparten esta actividad. Por ello, cada cazador debe tener presente que su responsabilidad no termina al apretar el gatillo, sino que comienza con cada decisión que toma en el monte. Incidentes como el registrado en este vídeo son recordatorios de que un segundo de descuido puede marcar la diferencia entre una jornada exitosa y una tragedia evitable.

Sobre el autor