En un coto del municipio de El Perelló, ubicado en la provincia de Tarragona, es donde Bruno Casanova Betancur, habitual cazador y propietario de la Rehala Los Cocodrilos, ha tenido la oportunidad de vivir una inolvidable jornada cinegética. Lo destacable de la misma se debe, sobre todo, al impresionante ejemplar de jabalí al que ha conseguido dar caza.
La escena tuvo lugar el pasado sábado, 1 de febrero. Como el propio cazador ha contado al equipo de Jara y Sedal, el día, organizado por la Colla del Jabalí del Perelló, daba comienzo en torno a las 09:30 horas, cuando tanto él como sus compañeros empezaron a cazar. «Tan pronto como solté a los perros ya noté que estaban muy nerviosos y con ganas de cazar, por lo que le dije a mi compañero que íbamos a hacer algún agarre», ha recordado.
«Bajamos caminando por una finca de olivos cuando los perros comenzaron a encontrar un rastro y se metieron en la maleza», ha continuado narrando. Después de esto, los canes iniciaron una ladra y echaron a correr hacia abajo. «De repente se callaron porque el jabalí les engañó y, al cabo de cinco minutos, volvieron a ladrar».
Como él mismo ha asegurado, Bruno pensaba que se trataba de algún corzo. «Decidí mirar la pantalla del Garmin y vi que, antes de salir al limpio, los perros se habían parado en el mismo lugar, a unos 450 metros de donde estaba, así que bajé corriendo para ver qué pasaba», ha explicado el cazador.

Una piara de cerdolíes se cuela en un centro comercial de Málaga
«Llegando al agarre solo escuché a los perros morder y, por mi experiencia, vi que era un jabalí grande. Decidí entrarle a cuchillo antes de que hiciera más daño a los perros». «Al rematarlo vi que tenía una boca que me sorprendió», ha destacado Bruno.

Al comprobar cómo se encontraban los perros, vio que uno de ellos estaba «bastante mal». Por lo tanto, lo cogió en brazos y lo subió hasta una casa que tienen cerca de la zona, le dieron agua y su padre se lo llevó al veterinario. Finalmente, acompañado por uno de sus compañeros y el jefe de cuadrilla, pudieron comprobar que había otros tres canes más heridos, aunque estos de carácter leve.
Por último, el cazador ha afirmado que el asombroso ejemplar de jabalí que había cazado, de un total de seis que consiguieron abatir en esa jornada, dio un peso de unos 80 kilogramos y contaba con unos colmillos de infarto. «Es un oro seguro», ha terminado asegurando.
