Según las cifras oficiales de la Intervención Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil a las que ha tenido acceso Jara y Sedal, en el año 2000 había en España 162.872 licencias del tipo D. Estos permisos armas son los que habilitan a sus propietarios para el uso de armas largas rayadas (rifles) empleadas para la caza mayor, especialmente el jabalí, aunque también el ciervo o el corzo. Según la misma fuente, actualmente hay en nuestro país un total de 387.224 licencias del mismo tipo. Es decir, el número de cazadores de rifle ha ascendido en 224.352 personas, lo que supone un 238% más de los que utilizaban este tipo de armas a principios del año 2000.

Licencia tipo D por año desde el año 2000 hasta la actualidad. © JyS

Este incremento de cazadores de mayor también se ha traducido en un incremento en la venta de rifles. Según los datos que maneja el Ministerio del Interior, a los que jaraysedal.es ha tenido acceso, en el año 2000 había en España 154.021 armas de este tipo, mientras que en 2020 la cantidad ha alcanzando las 358.088 unidades.

Los cazadores se pasan a la mayor

Los datos no son más que una respuesta al auge de las poblaciones de especies de caza mayor como son el corzo y el jabalí. Por el contrario, la disminución de la caza menor en la mayoría del territorio español se ha visto traducida en una bajada de las licencias de tipo E. Según se desprende de las estadísticas a las que jaraysedal.es ha tenido acceso, el número de escopetas, el arma utilizada para este tipo de caza, en el año 2000 era de 2.617.139 unidades, pero ahora se ha ido reduciendo hasta las 2.026.509. Así pues, los datos reflejan un trasvase de cazadores de menor hacia la mayor, dado al auge de la segunda y el declive de la primera.

Por último, llama la atención que, al inicio de la crisis económica, en 2008, había 1.509.946 licencias para armas de tipo E y 278.447 del tipo D, datos que han continuado aumentando en los últimos años, lo que demuestra que el crecimiento de cazadores de mayor no se ha visto afectado ni siquiera por las vicisitudes económicas que han afectado al país.

El aumento de la población del jabalí, principal responsable

Mariana Boadella, doctora veterinaria e investigadora de la empresa SABIO Tec, vinculada a la Universidad de Castilla-La Mancha, ya alertaba en 2018 de que el jabalí «está en expansión y es un problema europeo tanto geográfico, como demográfico, ecológico y sanitario», porque «se encuentra donde no había», debido a múltiples factores como una menor presión cinegética, la modificación de los usos del suelo, el cambio climático, el abandono rural o las nuevas prácticas agrícolas «que han puesto al jabalí el hábitat perfecto».

Esto ha supuesto una explosión poblacional que ha provocado que cada vez sean más los cazadores que encuentran esta especie en sus cotos, donde a menudo suponen un importante problema para la agricultura. Por este motivo, el parque de rifles ha aumentado, puesto que este tipo de arma es más efectiva y adecuada para su caza que la escopeta.