El cazador jerezano Juan Toscano, de 31 años de edad, abatió hace unos días en la provincia de Toledo uno de los jabalíes más espectaculares que hemos publicado en los últimos meses en Jara y Sedal. El animal, que según el cazador no llegaba a los 50 kilos de peso, tenía unos descomunales colmillos y fue abatido durante una espera.

Un animal que entró muy despacio al puesto

El cazador explica que se encontraba en la finca de un amigo en la provincia de Toledo de espera cuando el animal hizo acto de presencia muy pronto: «Pasaron otros jabalíes menores y, a los pocos minutos -sobre las 18:30 horas-, apareció éste», explica. «Entraron varios machos más pequeños antes que empezaron a pelearse y no era fácil valorarlos», explica Toscano sobre el momento en que no fue nada fácil aguantar sin disparar y esperar a ver si otro más grande aparecía en escena.

Así entró al puesto este tremendo jabalí. El cazador relata que el animal no hizo ningún ruido ni se escuchó tronchar ramas, como suele suceder, cuando llegó al lugar: «Aún se dilucidaba algún rayo de sol y pude verlo bien. Lo valoré, y la verdad que fue un lance muy rápido. Le disparé enseguida en la zona del codillo y cayó al instante, en el mismo comedero». Poco después el cazador se acercaba a cobrar la pieza y corroboraba que, tal y como le había parecido a primera vista, era un magnífico ejemplar.

Un animal que no llegaba a los 50 kilos de peso. El cazador explica que el jabalí no llegaba a los 50 kilos de peso, a pesar de su edad y sus enormes colmillos, algo que llama poderosamente la atención ya que normalmente los grandes macarenos son jabalíes corpulentos y no es común en un macho de cuerpo tan pequeño que le acompañe una «boca» de este calibre. «Su trofeo era increíble, único. Sin duda, será difícil de repetir», añade el joven.

El animal contaba con un colmillo derecho -en el que le faltaba amoladera- impresionante. © JTP Hunting

Un animal defectuoso pero homologable. Según Toscano, de no ser por la amoladera que le faltaba «llegaría a ser oro» tal y como me ha asegurado el taxidermista. «Aún así, el trofeo es brutal», confiesa.

El equipo utilizado. Para abatir a este gran ejemplar de jabalí el cazador usó un rifle Sauer 404 cargado con munición Sako de 180 grains. Por último, Toscano agradece el trato recibido por parte de JTP Hunting y de Taxidermia Madrid, quienes ya tienen en sus manos el trofeo del destacado animal.