La Sociedad de Cazadores San Quilés, cuyos terrenos radican en las cercanías de la localidad riojana de Haro, fue testigo hace unos días de cómo un tremendo jabalí de 155 kilos de peso deambulaba por su coto y finalmente fue Guillermo, uno de los rehaleros que tomaron parte en la jornada cinegética, el que terminó abatiéndolo a cuchillo para evitar que el macareno hiriese a sus canes.

José Tordesillas Delgado, presidente de la Sociedad, ha narrado a la redacción de Jara y Sedal cómo se desarrolló una batida que no olvidarán jamás tanto por el volumen del animal como por las defensas de éste y, por supuesto, por la gallardía del rehalero, que se enfrentó cuerpo a cuerpo con él. «Nada más empezar la batida, los perros comenzaron a meterse en el monte y a ladrar», lo que atisbaba que un jabalí se encontraba en el lugar.

Momentos «de adrenalina, de mucha emoción y, sobre todo, de valor»

El rehalero, con la pieza. © J. T.

Y, efectivamente, un tremendo animal hizo pocos minutos más tarde acto de presencia por delante de los puestos. «Los jabalíes tiraron hacia abajo del monte, y este rehalero se encontró con el más grande de frente; en cuanto vio que los animales estaban en peligro y que dos alanos estaban en apuros, no se lo pensó dos veces y tomó el cuchillo para abatirlo», relata Tordesillas.

Fueron momentos «de adrenalina, de mucha emoción y, sobre todo, de valor» por parte de Guillermo, que finalmente saldó con final feliz el difícil lance.

«Tenía unos colmillos impresionantes»

Una imagen más del gran animal. © J. T.

«Tenía unos colmillos impresionantes y ahí estaba la dificultad, en hacerle frente a un ejemplar con ese volumen y con esas defensas», pone en valor el presidente de la Sociedad de Cazadores riojana, que expone que el cazador se sentó en una roca «emocionado» después de abatir a la enorme pieza.

En la jornada cinegética tomaron parte un total de 16 puestos en un coto que se bate dos veces por temporada.

La cuadrilla de cazadore con el jabalí. © J. T.