Un joven de 22 años ha abatido en la tarde del último día hábil de su coto un extraordinario corzo con un trofeo de 750 gramos que se colocará entre los mejores de la temporada en la región.
18/6/2019 | Redacción JyS 

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El joven Álvaro Domínguez, con el corzo. / A.D.

El joven alcarreño Álvaro Domínguez, de 22 años de edad, logró abatir el pasado domingo, 16 de junio, un impactante corzo con un extraordinario trofeo de 750 gramos. Domínguez ha narrado para Jara y Sedal cómo se desarrolló un lance que recordará toda su vida: «Nunca me había pasado esto. Estoy emocionado. Estoy viendo la repercusión que está teniendo este animal y estoy muy contento», afirma entusiasmado el joven.
Domínguez logró hacerse con el extraordinario cérvido en un coto alcarreño en el que los socios sortean las semanas de caza. A Álvaro le tocó la última semana hábil y, justo en el último momento del domingo, logró hacerse con la pieza.
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El corzo fue abatido el pasado fin de semana. / A.D.

«Ya una semana antes lo pude ver prácticamente de noche y me parecía que tenía borra, porque solamente vi que entre las orejas tenía un bulto que no era normal», explica el joven sobre los días previos a cazarlo. «Como cazamos de semana en semana, no nos da mucho tiempo a seguirlos porque no lo puedes hacer mientras otros están cazando, pero sí que me acerqué a última hora del domingo anterior a ver qué había en la zona», añade sobre el momento en que lo localizó.
Al domingo siguiente, día en el que ya le tocaba cazar, le dejó impactado su comportamiento, ya que bajó corriendo del monte y se puso a comer en una siembra de girasoles con muchos cardos «en la que no tenía apenas protección», reseña Domínguez. Eran sobre las 20:15 horas de la tarde y el lance fue rapidísimo: «Lo vi bajar y no vi factible esperar más. Le tiré a unos 220 metros, el disparo fue certero en la zona de la columna y el animal cayó al instante», relata el joven.
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El trofeo del animal ha pesado 750 gramos. / J.P.

Además, se da la circunstancia de que en la zona había ese domingo una carrera de bicicletas, pasaba mucha gente y «la caza estaba muy movida», pone en contexto Domínguez. Lo abatió con un calibre .30-06 Springfield y munición Remington de 150 grains. El animal tiene definidas 8 puntas de más de 5 centímetros cada una, pero lo realmente particular es el perlado que luce y el grosor de la cuerna. 
El joven, dos días después, sigue impactado por la pieza: «Nunca pensaba que, siendo el último que me tocaba cazar en el coto y después de haber pasado decenas de cazadores por él durante estas semanas, iba a lograr abatir un corzo de esta magnitud», confiesa. Se trata de una zona «bastante concurrida» no solamente por cazadores, sino por agricultores, de ahí la dificultad de haber obtenido este magnífico corzo.

Otro monstruoso corzo alcarreño con un trofeo de casi 800 gramos 

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Fue abatido en una siembra en la que los agricultores habían echado herbicida, por lo que anteriormente los corzos se mostraron recelosos. / J.P.

Jacinto y Rubén Pinenas –padre e hijo- cazaban el pasado viernes 19 de abril también en Guadalajara otro extraordinario corzo con un trofeo que dio en la báscula nada menos que 770 gramos.
El animal fue abatido en la tarde de un día lluvioso de abril en una siembra en la que los agricultores habían echado herbicida en los últimos días, por lo que anteriormente los corzos se mostraron recelosos a abandonar el refugio del monte. Cuando varios de los animales salieron a comer ese viernes, padre e hijo vieron la oportunidad de intentar cazar al gran corzo. Te contamos la historia en este enlace.