El jovencísimo cazador catalán Alberto Farriols, de 21 años de edad, tuvo la suerte de abatir, el pasado día 6 de septiembre, un espectacular gamo medalla de plata en un rececho que tuvo lugar en las cercanías de la localidad de Peramola, en la provincia de Lérida, al lado del pantano de Oliana.

El cazador, que por la mañana había participado en una batida de jabalíes en su coto social, fue por la tarde a recechar este gamo que abatió en un espectacular lance a casi medio kilómetro de distancia, concretamente a unos 460 metros, algo que ha contado con todo detalle a Jara y Sedal.

«Por la mañana no tuve la suerte de abatir nada, a pesar de que se cazaron jabalíes en la batida social, y por la tarde emprendí el camino a la provincia de Lérida para cazar este gamo, un animal que me apasiona», explica el cazador a este medio.

El cazador con los guías que le acompañaron.

Un disparo a 460 metros

Tras andar un rato junto a los miembros de la orgánica de Hunting Pyrenées, valoraron este gran animal como el perfecto para que Alberto lo abatiese. «Las condiciones del terreno no eran las más óptimas y la luz se iba yendo, por lo que optamos por disparar a una distancia de 460 metros», explica a este medio el joven. Se armó de paciencia con su rifle Bergara B14 y munición 6,5 Creedmoor, metió al cérvido en el visor y apretó el gatillo.

«El primer disparo al gamo cayó un poco detrás del codillo, moviéndose unos 15 metros a un lado; repetí disparo, pero fallé, y al momento ya se desplomó», relata el joven, que se hizo las posteriores fotografías de rigor posando con el animal abatido. Este es el vídeo del lance.

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El enorme jabalí que abatió su padre días después

Caza un inmenso jabalí de 150 kilos y posible medalla de oro en Barcelona: «Era un tarugo, un monstruo con un aparato soñado»
El descomunal jabalí abatido este domingo. / L.F.

Su padre, el cazador catalán Luis Farriols Muñoz, natural de la localidad de Suria (Barcelona), no creía lo que veía el pasado domingo cuando estaba cazando en una batida de control en su coto social en Sant mateo de Bagés. Se trataba de un jabalí de 150 kilos de peso y que tenía unas defensas que serán posible medalla de oro: «Era un tarugo, un monstruo con un aparato soñado», explicaba aún emocionado en declaraciones a Jara y Sedal el propio cazador. Te lo contamos en este enlace.