El cazador catalán Luis Farriols Muñoz, natural de la localidad de Suria (Barcelona), no creía lo que veía este domingo cuando estaba cazando en una batida de control en su coto social en Sant mateo de Bagés. Se trataba de un jabalí de 150 kilos de peso y que tenía unas defensas que serán posible medalla de oro: «Era un tarugo, un monstruo con un aparato soñado», explica aún emocionado en declaraciones a Jara y Sedal el propio cazador.

«Estábamos haciendo la batida y los perros levantaron un jabalí que se perdió, volvieron al lugar porque había otro animal encamado y no sabíamos qué era. Los perreros vieron que se trataba de un jabalí, pero no sabíamos las dimensiones del animal hasta que salió y topó conmigo…», comienza relatando el cazador sobre el inicio de un lance que quedará grabado para siempre en su recuerdo.

Un certero disparo a 30 metros

El animal le salió a unos 60 metros y, «como estaba metido dentro del bosque y hacía rasa, lo dejé que se acercara, y lo abatí a 30 metros aproximadamente», comenta Luis Farriols sobre un lance «rápido y efectivo». De un disparo en la zona del codillo abatió al animal, «pero venían los podencos detrás y disparé de nuevo, porque no me la quise jugar con los perros, que ya venían heridos de un encuentro anterior con otro gran jabalí».

«Era un monstruo en toda regla»

Cuando finalizó la batida y el cazador vio al animal, no se lo creía: «Era un monstruo en toda regla. Era un jabalí con un volumen increíble, impresionante…», confiesa a este medio. Además, el jefe de colla también es taxidermista, por lo que le dijo a Farriols que las defensas del jabalí «son plata seguro y podrían ser incluso medalla de oro», explica el cazador.

La batida contó con 26 posturas dentro de un coto social que abarca unas 10.000 hectáreas aproximadamente. Luis lo cazó con un rifle Bergara semiautomático en calibre .300 y munición Hornady de punta de plástico de 180 grains.