Varias comunidades autorizan el control de zorros durante el periodo estival. En esta época su caza es relativamente más sencilla y ‘cómoda’ que en invierno, ya que podremos localizar al mismo tiempo varios ejemplares jóvenes de la misma camada, nacida durante la primavera, y cuya inexperiencia les hará menos desconfiados. Con nuestra intervención podremos evitar que se alimenten de los pollos de perdices, consiguiendo que más patirrojas lleguen a octubre sanas y salvas, y reduciremos los accidentes en las carreteras, ya que estos raposos ‘novatos’ campan sin tomar precauciones e incluso merodean cerca del asfalto en busca de animales víctimas de un atropello, una forma rápida de encontrar alimento.

¿Cuál es la mejor forma de cazar el zorro en verano?

Modalidades como la caza en madriguera no será efectivas en estos meses, ya que debido al calor nuestras presas no las frecuentan. Este cambio de comportamiento responde a dos motivos: primero, que los cubiles suelen estar infectados de insectos como mosquitos, moscas y pulgas, lo que hace que los raposos no se encuentren cómodos en ellos; segundo, es que el ambiente seco del verano provoca que se levante mucho polvo cuando acceden al interior del refugio. Si contamos con una ‘mancha’ más o menos amplia lo más indicado es organizar un gancho, cerrando bien la zona, para que no se esfumen entre los puestos sin poder ser tirados. Es la opción más utilizada durante el estío, ya que permite abarcar mucho terreno en poco tiempo.

Cuantos más cazadores, mejor

Suele costar reunir un buen grupo de cazadores para estos ganchos de media veda. No todos están dispuestos a perder una jornada de codornices o tórtolas para ir al zorro, así que tendrás que sincronizar agendas y fechas para que acuda el mayor número de escopetas. La falta de efectivos suele ser un problema tanto para batir el terreno como para cubrir los puestos. Los socios se han de implicar en esta gestión, ya que es de gran importancia de cara a la veda general. Y, como en cualquier cacería ‘multitudinaria’, deberás extremar las normas de seguridad y vestir prendas reflectantes. Es mejor que el zorro nos descubra que sufrir un accidente.

Para intentar su caza en gancho lo primero que debes hacer es intentar reunir al mayor número de escopetas posible –algo que no suele ser demasiado factible en cotos cuyos socios no están mentalizados de la importancia de la gestión–, aunque variará en función del tamaño de la mancha: si vas a batir grandes zarzones necesitaréis menos efectivos que en un gancho al uso. Una vez dispuestos tendréis que llegar al coto con el mayor sigilo posible. El zorro es tremendamente listo y desconfiado y aprovechar cualquier señal de peligro para escabullirse y desaparecer. 

Zorro. ©Shuttertstock
Zorro. ©Shuttertstock

¿Dónde buscar a los zorros en verano?

Suelen merodear entre la maleza próxima a las zorreras que utilizan en primavera para la cría, y no en monte excesivamente cerrado, ya que elegirán los lugares más frescos para pasar las horas centrales del día. Los grandes arbustos de zarzas serán buenos sitios para intentar localizarlos, así como las áreas de escobas y tomillares donde ‘corre el aire’ y halle protección de los inclementes rayos del sol.

Echad un vistazo en los prados que aún no han sido segados, sobre todo si son frescos, ya que también suelen hacer sus encames entre la hierba alta, de donde podrán huir sin ser vistos en caso de que sentirse amenazados. Y como en cualquier gancho, controlar la dirección del viento en todo momento es un factor fundamental para garantizar el éxito de la cacería.

¿Usamos perros?

Si su concurso está permitido no son imprescindibles pero sí de gran utilidad para hacer salir a los zorros de su refugio o de los espinos. Es importante mantenerlos alejados de la mancha el tiempo suficiente para que la línea de escopetas se coloque, ya que sus ladridos desde los remolques pondrán a los raposos sobre aviso.

No será necesario que sean especialistas, excepto si el coto cuenta con zonas de matorral cerrado o zarzas donde deberán pelear de tú a tú con los ‘dueños’ de la casa. Si damos con alguna camada atrincherada en estas zonas es posible que les cueste romper y huyan sin salir a campo abierto. Entonces es cuando el papel de vuestros fieles compañeros cobra todo el protagonismo: si son veteranos y ya han cazado zorros antes seguirán los rastros y os llevarán hasta su refugio, facilitando mucho la búsqueda.

En los ganchos, los que mejor resultado dan son los conejeros, pues están acostumbrados a cazar en monte más o menos sucio y a entrar en las zarzas, y sabrán cómo actuar si durante la temporada general ya se hayan topado con algún raposo.

‘Zorrea’ a tus perros

Las razas de madriguera, aunque no sean especialistas en rastros, seguirán las emanaciones y si localizan algún raposo darán batalla sin tregua hasta ponerlo a tiro de las escopetas. Si contáis con perros jóvenes, dadles tiempo y picadlos cuando caiga el primer zorro. Es fundamental que lo huelan y lo muerdan para que poco a poco cojan el vicio. Iniciarlos con pieles y preparando rastros para que las localicen son buenas técnicas de adiestramiento, y juntándolos con otros veteranos aprenderán rápido.