El cazador Pedro Manuel Caselles Prieto, natural de la localidad abulense de Zapardiel de la Ribera, abatió el pasado 26 de abril en la Sierra de Gredos uno de los corzos más llamativos de cuantos se han cazado esta temporada 2022, ya que poseía un increíble trofeo con tres largas puntas.
Caselles, que ha narrado a la redacción de Jara y Sedal cómo se desarrolló el lance, expone sobre el conjunto del trofeo que es «espectacular» ya que posee una «exagerada roseta izquierda de 20 centímetros de circunferencia» de la que nacen las citadas tres largas puntas; la roseta derecha posee 18,5 centímetros, lo que hace que la pieza sea todo un portento.
Así se hizo el cazador con este espectacular corzo
Pedro Manuel Caselles explica que, ya el 25 de abril, pudo visualizar este corzo a lo lejos en la Sierra de Gredos: «Se me hizo raro ver un corzo así en esta zona, en la que no hay siembras y los corzos no desarrollan tanto sus cuernas. Son lugares de sierra, en los que no es común ver a estos animales con las defensas de esta forma», expone el cazador a esta redacción.
A lo lejos, tuvo la oportunidad de ver a este ejemplar y no se lo pensó dos veces: decidió seguir sus pasos a la mañana siguiente para ver si se hacía con él. Por fortuna, Pedro Manuel consiguió avistarlo por segunda vez: «Cuando lo vi por el catalejo me sorprendió, porque creía que tenía una cuerna bien y la otra partida. Mi sorpresa fue que, cuando lo observé con más pausa, comprobé que una de las rosetas era muy gruesas y le salían las tres largas puntas de ella, por lo que decidí rececharlo».
Un disparo a 80 metros
Poco a poco, fue acercándose a la pieza con su rifle en calibre .300 con munición RWS de 180 grains: «En la tarde anterior ya sentí ladrar a dos machos, por lo que me puse, en vez del lugar en el que iban a comer, en el sitio en el que iban a dormir, por lo menos para verlos. De repente, apareció este al lado de una hembra. En el momento en el que se paró, comprobé que era viejo y disparé» a unos 80 metros de distancia.
Tras ello, el corzo se fue a un pinar y el cazador esperó unos cinco minutos. Después, entró y halló a la pieza inerte: «La alegría fue inmensa», confiesa el cazador. «Cuando llegué a él, aunque lo había visto, no me lo creía. Era súper bonito», añade Pedro Manuel, que explica que tenía más de cinco años de edad.
La mejor historia de corzos de esta temporada conseguirá un monocular térmico valorado en más de 2.000 euros
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