El problema de las colonias de gatos callejeros va en aumento en toda España. A pesar de las voces de los científicos, que llevan años alertando de los problemas de salud pública y medioambiental que acarrea mantener en nuestras calles a estos animales, son muchos los ayuntamientos que están apostando por mantenerlas en lugar de erradicarlas, tal y como aconsejan los expertos.

Es el caso del consistorio de Salamanca, el cual acaba de conceder un contrato público a la protectora Gatos Luna Llena para desarrollar un programa de esterilización de las colonias felinas que hay en la ciudad. Ana Suárez, quien se encuentra al frente de la Concejalía de Bienestar Animal, ha aprobado una partida de 40.000 euros de la que se beneficiará la protectora y que, en teoría, servirá para esterilizar a los felinos.

Varias personas colocaban jaulas trampa en el río Tormes el pasado 28 de marzo para capturar gatos. © Jara y Sedal
Varias personas colocaban jaulas trampa en el río Tormes el pasado 28 de marzo para capturar gatos. © Jara y Sedal

Según los datos del consistorio, la colonia más numerosa se encuentra en el río Tormes, y en ella se habrían esterilizado un total de 47 gatos este año. A pesar de ello, la mayoría de las decenas de felinos que se pueden ver en la ribera que se encuentra entre los puentes no cuentan con la marca distintiva de haber sido esterilizados que suelen hacer en la oreja con este fin, como ha podido comprobar el equipo de Jara y Sedal.

Una vez esterilizados, los felinos son devueltos al lugar, lo que no impide que cacen todo tipo de aves, como se puede ver en el siguiente vídeo, grabado por un miembro de esta redacción el pasado lunes dos de mayo. En él se puede ver cómo un gato da caza a una paloma antes de huir para ocultarse entre la vegetación de la orilla del río.

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Una amenaza para la biovidersidad

El biólogo salmantino Max Benito ya advirtió hace unas semanas del problema que existe en Salamanca con las colonias de gatos y lo calificó como una amenaza para la biodiversidad. El experto advertía que la población felina está acabando con la fauna autóctona, como hemos podido ver en el vídeo.

«Ahora defienden las colonias de gatos. El gato es, después del ser humano, la segunda especie más depredadora del mundo. Es la especie que más ha exterminado. El gato en Australia ha contribuido a extinguir más de un centenar de aves», recordaba el biólogo.

Se da la circunstancia de que la colonia felina del Río Tormes también depreda sobre las aves acuáticas que anidan en los márgenes del río, lo que supone un problema para ellas. Cabe recordar que estos felinos son además la segunda causa de la mortalidad de la cerceta pardilla y el propio Ministerio reconoce en la Estrategia para la conservación de la cerceta pardilla, la focha moruna y la malvasía cabeciblanca que los gatos son un peligro para estas especies amenazadas.

Por este motivo, casi 900 científicos firmaron una carta redactada desde la Estación Biológica de Doñana para mostrar su profundo desacuerdo con el Anteproyecto de Ley de Bienestar Animal que precisamente pretende blindar las colonias de gatos callejeros y obligar a la administración a invertir ingentes cantidades de dinero en mantenerlas, como está sucediendo en Salamanca.

Una de las jaulas trampa empleadas en el río Tormes para capturar gatos.
Una de las jaulas trampa empleadas en el río Tormes para capturar gatos. © Jara y Sedal

Problema de salud pública

Pero los gatos callejeros no solo son una amenaza para la biodiversidad. También para el ser humano. Un estudio publicado en marzo de 2021 demostraba la presencia de Leishmania en gatos callejeros de España. En ese estudio, participó el veterinario e investigador de la Universidad de Zaragoza Sergio Villanueva, que recientemente desentrañó la leishmaniosis felina y otras especies no convencionales en un webinar sobre parasitología.

Hace unos meses, en otra revisión científica recientemente publicada, las profesoras de la de la Facultad de Veterinaria UCH CEU Ana AhuirMarilena Garijo y Lola Llobat junto con la alumna Pilar Ruiz, advertían del aumento de la infección por Leishmania en gatos que ha tenido lugar en los últimos años y lo tildan como «un problema emergente de salud pública» puesto que se puede contagiar a las personas. Entre sus conclusiones, las investigadoras destacan que «el aumento de casos comienza a ser preocupante, sobre todo porque los gatos son la segunda mascota más común del mundo».