Así lo argumentan dentro de la tesis defendida en las alegaciones que ha presentado el colectivo al borrador del Plan General de Caza que tramita la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta. La Fundación Artemisan ya se ha manifestado al respecto.

22/7/2019 | Redacción JyS

La Fundación Artemisan ha mostrado su «indignación» y «rechazo frontal» a estas declaraciones. / Fundación Artemisan

El Colegio Oficial de Biólogos de Castilla y León ha firmado un manifiesto en el que afirma que la caza es «un factor de riesgo y amenaza para la evolución de las especies y de efectos negativos en el funcionamiento de los ecosistemas». Tal y como recoge Diario de León, esta es la tesis defendida en las alegaciones que ha presentado el colectivo al borrador del Plan General de Caza que tramita la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta. En ella, cuestiona la utilidad de la caza como regulador del entorno natural.

La propuesta presentada por el presidente del Colegio de Biólogos, Fernando Sandoval, argumenta –según sigue explicando el citado medio- que se trata de la postura de la administración autonómica y se recoge en el Preámbulo y el Artículo 1 del Plan General de Caza es «completamente infundada» y que son «multitud de artículos» los que presentan a la caza como un factor de riesgo. Varios grupos ecologistas también se han sumado a la idea del Colegio de Biólogos.

Respuesta de la Fundación Artemisan

La Fundación Artemisan ha mostrado su «indignación» y «rechazo frontal» a estas declaraciones. Según defienden, esta organización colegial ha copado durante los últimos meses titulares en los medios de comunicación por la prohibición de la actividad cinegética y la posterior aprobación de una nueva Ley de Caza.

Para Artemisan es una «sorpresa» que la entidad lance esta declaración obviando que también hay multitud de estudios que muestran el papel positivo de la caza como «herramienta de regulación de poblaciones, control de enfermedades y cuidado de especies, incluyendo no cinegéticas», que redundan positivamente en el funcionamiento de los ecosistemas. A esto hay que sumar además la «contribución económica y social» de la caza en Castilla y León.

Sin embargo, según la Fundación «lo más indignante» es que el comunicado obvia el papel específico que la caza ha tenido para la conservación de especies. Recuerda que desde hace tiempo varias organizaciones están pidiendo que se deje de cazar el lobo ibérico en Castilla y León, comunidad que «curiosamente» alberga la mayor población de España y Europa occidental e insiste que el «buen estado general» de otras especies como el rebeco, la cabra montesa y el corzo se explica por la «gestión cinegética» que se ha venido realizando durante las últimas décadas.

Además Artemisan critica que el comunicado del Colegio de Biólogos no aclara que, en el caso de especies de caza menor como la tórtola, la codorniz o la perdiz roja, la caza no ha sido la principal causa del declive de sus poblaciones, «sino la pérdida y destrucción de los hábitats en los que estas especies pueden reproducirse y sobrevivir».

Para Artemisan, «no es tolerable» que una organización colegial que representa a profesionales formados y capacitados en tareas de gestión cinegética y conservación de la biodiversidad, transmita una idea sesgada a la sociedad de la situación de las especies cinegéticas en Castilla y León y del papel que la caza está jugando. Dado que buena parte de los planes técnicos de caza que los cotos deben elaborar, son firmados por biólogos, la Fundación se pregunta por qué esta organización no ha aprovechado el Plan General de Caza para demandar las mejoras que se crean necesarias antes que lanzar estas afirmaciones.

«No hay duda de que la caza, como otras actividades que se desarrollan en el medio natural, está en constante evolución y requiere de una mayor implicación por parte de todos los sectores involucrados para asegurar su sostenibilidad» pero para Artemisan estas afirmaciones son «como empezar la casa por el tejado».