Este miércoles 15 de diciembre de 2021 se celebraba la tradicional reunión de la junta consultiva de la Reserva de Caza Sierra de Gredos. Un encuentro en el que los presentes, entre ellos el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila José Francisco Hernández Herero, analizaron diferentes propuestas de mejora del plan de caza y las actuaciones a llevar a cabo en la reserva durante la próxima temporada 2022-2023, en la que se prevé abatir 154 machos monteses, 127 hembras de la misma especie, 5 corzos, 9 ciervos, así como la realización de 36 monterías.

El director técnico de la reserva, Manolo Díez, espera que la temporada sea «brillante», según declaraciones que recoge hoy Diario de Ávila. Por su parte, desde la delegación territorial reconocían que el año de la covid desde luego no fue bueno, especialmente por las restricciones a la movilidad. Ahora bien, la temporada que dio comienzo el pasado 1 de abril ha ido dando paso a la esperanza en una actividad que es de vital importancia para los pueblos que la conforman. Manifestaba Díez que los cazadores «especialmente los extranjeros» han vuelto a Gredos y además se han logrado grandes resultados cinegéticos. «La reserva está recuperando la calidad de hace años» y por ello la situación que se otea es «optimista, es buena», añadió. 

La caza en Gredos, una importe fuente de recursos

Otra de las partes que conforman la Junta Rectora es la Asociación de Propietarios de los Terrenos de Caza de la Reserva de Gredos, en su nombre habló la presidenta de la misma, María Ángeles Prieto, quien quiso llamar la atención del Gobierno Central sobre esta actividad tan importante para ellos «como recurso económico que es» y por el papel que juega tanto a nivel sanitario como de seguridad en pro del mantenimiento de la fauna y como barrera al furtivismo.

Preguntada por la incidencia del lobo en la zona y su repercusión en la fauna de Gredos aseguró que aunque el lobo ya era especie protegida al sur del Duero, la nueva legislación en nada les ayuda y «no estamos de acuerdo» con ella, manifestó. «Entendemos que tenemos que coexistir pero hay que propiciar un equilibrio» porque sin duda los ataques de lobo son un problema.

Las tasas de los animales cazados ayudarán a sufragar las mejoras en infraestructuras y vigilancia

Por su parte el delegado de la Junta ponía en valor la actividad cinegética que consideró «muy relevante» dado su peso en el desarrollo rural ya que «se genera una actividad y un turismo tanto en la cara norte como en la cara sur». Para la Junta es, aseguró, «tan importante» que recordaba que recientemente se ha anunciado «la bonificación de las tasas en un 95». Se trata de hacer crecer los recursos que genera, más porque estos se reinvierten con mejoras en infraestructuras que se dedican a esta actividad (como refugios o caminos) pero también en labores de vigilancia, que a su vez generan riqueza en forma de empleo. 

Precisamente en ese sentido, de la junta rectora salió este miércoles una propuesta para destinar a las tareas de vigilancia y adquisición de material para celadores y vigilantes 385.000 euros, tal y como se aprobó en la reunión con el fin de contratar seis vigilantes. Estos tendrán como zona prioritaria de actuación una localidad determinada pero podrán desplazarse a cualquier término municipal de la reserva regional ubicado en su vertiente respectiva. El contrato de vigilancia incluye 2 vehículos todoterreno en la vertiente norte así como todo el equipamiento personal y material de los vigilantes.

El delegado territorial de la Junta reconoció que la covid ha dejado mermadas las arcas y desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente han tenido que suplementar y complementar con otros recursos para poder equilibrar cuentas, pero era necesario para «proteger esta actividad esencial», destacó por último en cuanto a la caza.