Fernando San Pío, de Iber Hunts, con el corzo monstruoso abatido por su cliente.
Fernando San Pío, de Iber Hunts, con el corzo monstruoso abatido por su cliente.

El trofeo del monstruoso corzo, que ha sido abatido esta misma mañana durante una expedición de caza en Hungría, es probable que llegue a pesar cerca de un kilogramo. 
4/5/2018 | Redacción JyS
Aunque la homologación oficial del monstruoso corzo aún tardará unos días, Fernando San Pío, quien ha organizado la cacería, asegura que podría pasar de los 230 puntos CIC. «Se trata de un trofeo que posiblemente pese entre 800 y 900 gramos», asegura.
No es la primera vez que acompaña a un cazador en busca de estos «corzacos» en Hungría. Desde hace doce años frecuenta diferentes cotos de caza en el país y concretamente Joan, quien ha abatido limpiamente al animal, es un asiduo cliente gerundense que gusta de acude a este país junto a Fernando al menos una vez al año.
«El cazador ha aprovechado en esta ocasión para intentar abatir alguno de los grandes jabalíes que hay en la zona. Ayer consiguió cazar tres. Dos de ellos sobrepasaron los doscientos kilos», relata San Pío. «Esta mañana, a eso de las cinco, intentamos cazar algún jabalí más, pero a pesar de localizar uno bastante grande a unos 230 metros, finalmente no le dio tiempo a disparar».
A partir de entonces decidieron dedicarse a los «duendes», recechando la zona donde desde hace tiempo habían localizado el gran corzo. «Es una animal que los guías locales tenían visto. Pero había que dar con él». Según nos cuenta el orgánico; un guarda local, el cazador y él mismo caminaron durante unos veinte minutos hasta el lugar donde lo han visto entre un pequeño bosquete. «Estaba entre los árboles, pero como es una zona repoblada se podía disparar bien».

Un corzo monstruoso a 130 metros

A pesar de no haber sido un tiro largo, «a unos 130 metros», el cazador lo ha abatido limpiamente. «En alguna otra ocasión los corzos le han andado unos 30 o 40 metros tras el disparo, pero hoy no ha sido el caso», dice Fernando.

Cuando le preguntamos por el rifle y el calibre con el que han conseguido finalizar el lance ríe. «Joan utiliza un calibre bastante contundente. Quizá demasiado para el corzo. Un 8x68S en un Blaser R8». Y explica: «hay que tener en cuenta que aquí se disparan jabalíes muy grandes y ha optado por un calibre para todo».
Tras el excitante lance, cazador, orgánico y guías locales se acercaron hasta los chopos donde se encontraba la pieza. Al llegar, la cara del cazador cambió por completo. «Es un tipo serio. No suele sonreír en las fotos. Pero esta vez ha sido diferente», nos cuenta el orgánico. ¡Y no es para menos! Se trata sin duda de un trofeo que no olvidará en mucho tiempo, un corzo así no se caza todos los días.
A continuación mostramos un vídeo subido a la cuenta de Instagram de Jara y Sedal donde se pueden apreciar las dimensiones del trofeo.