El joven, de 20 años, ha conseguido igualar el récord mundial que llevaba 17 años sin alcanzarse. 
5/10/2018 | Redacción JyS

Borrego cimarrón récord del mundo / Fotografía: www.idahostatesman.com
Carnero de las rocosas o Bighorn récord del mundo. / idahostatesman.com

El hasta ahora único récord mundial de borrego cimarrón o carnero de las rocosas lo consiguió en el año 2000 Guinn D. Crousen, en el estado canadiense de Luscar Mt., AB, en Alberta. Fue tan sorprendente ver un carnero de dimensiones 208 3/8 que pensaron que sería muy difícil superarlo. Pero, ¡nada es imposible! Crousen quitó la primera posición a Fred Weiller, el cual se alzaba con el récord mundial con una pieza de 208 1/8 capturada también en Alberta – Canadá- desde 1911.
Tuvimos que esperar hasta el 24 de septiembre de este año, 17 años después, para ver cómo un joven estudiante de tan solo 20 años igualaba el trofeo récord del mundo de carnero de las rocosas o bighorn, como allí se conoce a esta especie. Seguro que a Guinn D. Crousen no le alegró tanto como al resto de cazadores ver la impactante fotografía de su cornamenta.
Justin Sheedy, estudiante de ingeniería civil en la Universidad Estatal de Montana, disparó al animal en el Distrito de Caza 680 en el Salto del Río Missouri de la misma ciudad en octubre. Sin embargo, ha tenido que esperar meses para que fuera oficialmente medido por un juez según las fórmulas del Club Boone and Crockett. 

El carnero fue abatido a 255 metros de distancia

Para cazar este enorme carnero fueron necesarias largas jornadas de búsqueda. Una vez que localizaron a la pieza no pudieron disparar puesto que se encontraba fuera del ángulo perfecto, así que decidieron esperar. Dos semanas después volvieron a rececharlo y fue a una distancia de 255 metros desde donde Sheedy disparó para hacerse con el récord. 
Para él, este es el resultado más gratificante a una trayectoria cinegética que comenzó cuando tan solo tenía 10 años, donde lo importante no es el trofeo sino la adrenalina de sentirte parte de la naturaleza. «Al aire libre, al estar alejado de las personas y la tecnología no tengo que preocuparme por el estrés de la vida. Y es genial perseguir un desafío que te apasiona», afirma.