Por Íker Ortiz

Han pasado ya seis años desde el lanzamiento de la serie Bergara B14. Sin duda, ha supuesto un hito en el mercado de los rifles de cerrojo en España. En ese tiempo han ido surgiendo diferentes versiones para cumplir con todas las modalidades. Ahora, en 2020, la firma española mejora las prestaciones de la familia B14 con la línea Wilderness, que estrena culatas pintadas a mano en camuflaje y un acabado cerakote en todas las partes del arma en lugar de pavonado.

El nuevo Bergara B14 Wilderness Terrain que probamos en estas páginas mantiene las señas de identidad de los B14: precisión, fiabilidad y suavidad del cerrojo en el ciclo de recarga. En este último aspecto el cerakote añade algo de rozamiento, pero sigue siendo una acción suave. Otra característica de los Wilderness es que, a excepción de la versión Hunter, vienen roscados y con freno de boca Omni Break del mismo perfil del cañón, por lo que permanece disimulado. Pensado para mantener una línea de caza, está intregrado en el cañón sin ser el clásico freno que llama la atención debido a sus dimensiones y peso, aunque en cualquier caso también puede retirarse y colocar un cubrerroscas.

Además, cuenta con orificios para expulsar los gases –y disminuir el retroceso– en todo su perímetro: es decir, no es direccional sino omnidireccional, ya que envía los gases en todas las direcciones. Por ello, es recomendable no disparar tumbados sino de pie, sentado o apoyado en una horquilla, pues al expulsar gases en todas las direcciones puede levantar suciedad del suelo. Por último, como decíamos, está orientado a reducir el retroceso, pero es muy aconsejable usar cascos de protección para protegernos de la fuerte detonación.

La nueva culata del Bergara B14 Wilderness Terrain

Las principales características de la nueva culata de Bergara son su camuflaje pintado a mano en colores árido y oscuro, una cantonera tipo Crushzone generosa para aliviar el retroceso, carrillera regulable en altura, dos portacorreas tipo Quick Detach Heavy Duty y otras dos convencionales en la parte delantera para poder instalar un bípode. En su interior encontramos un chasis de aluminio, idéntico al del B14 HMR, que va desde la punta del guardamanos hasta la parte trasera del pistolet, dotando de mayor rigidez a la culata.

Avanzando hacia la acción nos encontramos con un guardamontes AICS que permite que el Bergara B14 Wilderness Terrain pueda emplear cargadores tipo Accuracy de tres, cinco, ocho, diez o más cartuchos. La acción, recubierta de cerakote Sniper Grey, es una B14 convencional con dos tetones en el cerrojo con indicador de aguja montada, apertura de 90 grados y retén de cerrojo a la izquierda tipo Tikka que además es compatible con disparadores, culatas accesorios o raíles de Remington.

Monta un cañón de 24 pulgadas y perfil de 19 milímetros. En la punta cuenta con una rosca de 5/8-24 pulgadas UNEF sobre la que monta el ya mencionado freno de boca. Desde hace un tiempo Bergara garantiza que los B14 son subMOA, por lo que toda la serie cuenta con dicha garantía y un banco de prueba que se le adjunta al cliente junto con el manual en el momento de la compra.

Un rifle que rinde siempre

El objetivo de Bergara al diseñar el B14 Wilderness Terrain era fabricar un rifle híbrido que rindiera al máximo tanto en jornadas de caza como en el campo de tiro. Hasta el momento sólo el HMR era considerado como un arma de este tipo, pero resultaba muy pesado y su culata estaba diseñada para el tiro. Con el Terrain la firma ha lanzado un arma con un look más cinegético que integra una culata más recta y un pistolet menos pronunciado.

Con un precio de 1.219 euros, el B14 Wilderness Terrain es una opción ideal para aquel que necesite un rifle que permita combinar la práctica de la caza y el tiro y poder realizar series de disparos largas sin que la precisión se vea comprometida. Un arma con el que los ingenieros de Bergara han dado un paso más mejorando las prestaciones de la familia B14.

Probamos el Bergara B14 Wilderness Terrain

Para poner a prueba el Bergara B14 Wilderness Terrain montamos un visor funcional en el campo de tiro y en la caza a rececho: un Vortex Strike Eagle 5-25×56 FFP con retícula EBR7C (782 euros). Así conseguimos agrupaciones subMOA con la munición Sako Game Head Pro de 130 grains, una bala perfecta y práctica para la caza que combina velocidad y precisión en un equilibrio muy interesante, alcanzando estándares muy aproximados a los obtenidos en competición.

Tras realizar la puesta a tiro a 100 metros nos desplazamos a un coto en la provincia de Álava en el que podíamos cazar después del confinamiento. Nuestra intención era dar con un corzo que teníamos controlado, un macho ya entrado en años. Pudimos verlo en la mañana del primer día, así que por la tarde realizamos una espera para tratar de hacernos con él. Dio la cara a última hora de la tarde y pudimos realizar un disparo certero a 210 metros, cayendo sobre su propia sombra con un impacto muy bien colocado y ejecutado por este conjunto de rifle y visor de forma precisa.

Unos días después salimos de caza para hacer unas esperas por daños y tuvimos la suerte de cruzarnos con un jabalí de unos 110 kilos. El animal se encontraba en una campa de guisantes, a punto de entrar en una avena, donde estaba causando los daños. Disparamos a unos 115 metros a pulso y quedó en el sitio en una muerte ética y fulminante.

Íker Ortiz con el Bergara B14 Wilderness Terrain y el jabalí abatido. ©Íker Ortiz

Con el ánimo de obtener una prueba lo más completa posible viajamos con el rifle hasta el desierto aragonés de Los Monegros. Allí se iba a celebrar la segunda edición de la Monkey Desert PRS. Esta es la mejor competición PRS que se realiza en España con blancos desde los 270 a los 1.050 metros. Allí comprobamos cómo el Bergara B14 Wilderness Terrain también es capaz de rendir ante ese tipo de obstáculos, distancias y blancos con éxito.