Unos padres veganos han sido condenados por la corte de Victoria, en Australia, después de que su hija de un año haya sufrido graves daños cerebrales tras ser sometida a una estricta dieta vegana. El juez los ha condenado a trabajos en la comunidad, explicando que fallaron en sus obligaciones parentales más importantes.
Según explica el medio nacional The Age, cuando la pequeña llegó al hospital en agosto de 2018 los médicos detectaron que tenía hematomas en el cuerpo, que estaba fría, letárgica y tenía sangre de color oscuro en el pañal. Además, el nivel de desnutrición que tenía era similar al de los niños en los países afectados por el hambre.
Así fue la estricta dieta vegana a la que fue sometida
Desde que el bebé tenía cuatro meses cuando la leche materna de su madre disminuyó, sus padres no siguieron el consejo médico de complementar la dieta de su hija con fórmula y en su lugar la alimentaron con leche de coco, zumos de frutas, batidos y alimentos de origen vegetal que ellos mismos preparaban.
La niña, ahora con tres años, se enfrenta a la lucha diaria por su desarrollo cognitivo, su funcionamiento físico y la comunicación, debido a que el curso de su vida fue alterado por las acciones de sus padres, según el juez de la corte del condado, que explicó por qué no los condenó a cárcel, como era previsible.
El letrado determinó que la niña ahora estaba bien cuidada por sus progenitores y seguía una dieta saludable y nutritiva. Además, la edad de estos -30 años- llevó al juez a decidir que era mejor que se quedase con ellos para un mejor desarrollo.
La realidad del veganismo
Jara y Sedal ha venido publicando en los últimos años diversos artículos sobre la realidad del veganismo. Célebre fue la experiencia de tres exveganos arrepentidos entrevistados por la BBC, donde reflejaron los problemas que puede acarrear una dieta de este tipo. Lo comprobó en sus propias carnes la también vegana australiana Maria Strydom, que decidió escalar el Everest para demostrar que «los veganos podemos hacer cualquier cosa» y murió en el intento.
Una de las voces críticas contra el veganismo en los últimos tiempos ha sido la de Frank Cuesta, que ha llegado a afirmar que «el animalismo y el veganismo son movimientos de odio». Por ello, Cuesta recibió cientos de insultos y amenazas de animalistas. Debido a ello, el presentador dedicó un demoledor vídeo a los radicales para responderles: «No valéis ni la mierda que cagáis».
También otro de los ejemplos en este campo fue el enjuiciamiento de un grupo anarquista vegano por enaltecimiento del terrorismo, solicitando la Fiscalía de la Audiencia Nacional dos años de prisión para seis integrantes del colectivo Straight Edge Madrid que ensalzaron en redes sociales a presos anarquistas y animaron a atacar a la Policía y a los bancos.
Como anécdota cabe destacar la sorpresa que se llevó un grupo de veganos animalistas mientras protestaban frente a un restaurante cuando el chef cazador cogió una pata de ciervo y la despiezó delante de ellos.