Maria Strydom en everest
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La australiana Maria Strydom quería demostrar que podía llegar a la cima, pese a llevar una alimentación donde no tiene cabida la carne, así como huevos, lácteos o cualquier producto que tenga un origen animal. Su cuerpo no pudo resistir el reto y falleció.
25/05/2016 | Redacción JyS
Ya son tres vidas es tres días las que se ha cobrado el Everest, pero en el caso de la última víctima su historia es, como poco, particular. Escalar este mítico pico es un reto para muchos, y Maria Strydom quería demostrar que podía llegar a la cima pese a llevar una dieta vegana, donde no tiene cabida carne, así como huevos, lácteos o cualquier producto que tenga un origen animal.
Por supuesto, en el Everest muere gente con todo tipo de alimentación, pero la historia de esta mujer australiana de 34 años se ha vuelto viral porque precisamente alimenta un debate social donde una parte pretende evidenciar que los veganos están malnutridos y que el ser humano es omnívoro porque necesita comer de todo y no por capricho. Cabe resaltar que los vegetarianos y, especialmente veganos, deben tomar suplementos alimenticios extra que una persona omnívora no necesita. Precisamente del veganismo –cuyo origen está en la ecología profunda– surgen los principales movimientos anticaza de todo el mundo, puesto que según la visión de estos activistas todos los animales deben ser tratados por igual y el ser humano no debe servirse de ellos para vivir.

«Los veganos podemos hacer cualquier cosa»

Maria quiso convertir su escalada al Everest en un símbolo de fortaleza y usarla para demostrar que la alimentación vegana es capaz de mantener el cuerpo humano en perfectas condiciones, incluso ante un reto tan importante como ascender a este pico. Por este motivo, antes de emprender su aventura aseguró que lo hacía para demostrar que «los veganos podemos hacer cualquier cosa», lo que ha convertido su fatal desenlace en un fenómeno viral.
La muerte tuvo lugar durante el descenso, cuando al parecer sufrió mal de montaña debido a la falta de oxígeno, aunque aún no se han esclarecido las causas de su muerte. El mal agudo de montaña, producido por una reducción de la presión atmosférica y bajos niveles de oxígeno, causa mareos, fatiga, sensación de vértigo, dolor de cabeza, inapetencia, náuseas, pulso rápido, dificultad respiratoria y dificultad para dormir, y en algunos casos puede ser mortal.
Esto pone también en el foco a las campañas pro veganos, algo a lo que cada vez más compañías han estado sumándose, incluso, por ejemplo, en el caso de Tesla Motors, quien abandonó recientemente el uso de pieles de animales para los asientos de sus coches.