Un experimentado buzo fue engullido por una ballena que poco después lo escupió aún vivo en una playa de Sudáfrica. «De manera instintiva contuve el aliento, asumiendo que volvería a zambullirme y me escupiría en algún lugar de las profundidades del Océano Índico», explica el protagonista.
11/3/2019 | Redacción JyS

ballena se traga a un buzo y lo escupe
Ballena y buzo en el Océano Índico. / The Telegraph

Rainer Schimpf, de 51 años, trataba de fotografiar a un tiburón cuando… ¡una ballena se lo tragó! «Supe al instante lo que había sucedido. Sabía que una ballena había venido y me había llevado, y yo, de manera instintiva, contuve el aliento, asumiendo que volvería a zambullirme y me escupiría en algún lugar de las profundidades del Océano Índico», relata Schimpf a The Telegraph.
Schimpf es director de la compañía Dive Expert Tours, que organiza buceos para aficionados y profesionales con el fin de observar la vida marina. Ese día se encontraba allí con un equipo dividido en dos grupos a unos 40 kilómetros del puerto Port Elizabeth, al este de la Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Su objetivo era captar y documentar diferentes especies marinas, cuando comenzó a sentir presión y todo quedó en una inmensa oscuridad para él. 

«Contuve dentro de la ballena el aliento porque pensé que tendría que bucear»

Rainer Schimpf mantuvo la calma y no hizo movimientos bruscos. / The Telegraph

Una ballena había engullido al buzo y, momentos más tarde, lo escupió vivo en una playa. «Estaba intentando fotografiar a un tiburón cuando todo se oscureció y sentí una presión. Supe la instante que una ballena me había atrapado», dijo a Barcroft TV.
«Sentí una presión en mi cadera», relata Schimpf, pero «no tienes tiempo para tener miedo, tienes que utilizar tu instinto», ha añadido. El fotógrafo cree que fue un error del animal, ya que las ballenas no «devoran hombres». «Contuve el aliento pensando en que iba a sumergirse y liberarme en las profundidades del océano (…) pensé que tendría que bucear». La ballena, acertando con los presagios de Rainer, terminó escupiéndole en una playa. Según su experiencia asegura que «fue interesante, me da una conexión con la ballena que no creo que nadie haya tenido», aunque «no lo volvería hacer».
Rainer Schimpf finalmente escapó sano y salvo. / The Telegraph