Un grupo de científicos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y la Universidad de Konstanz, en Alemania, han identificado algunas de las características clave en los vuelos transoceánicos de las aves terrestres que les permiten viajar enormes distancias sin detenerse.

Usando tecnología de rastreo GPS, el equipo monitoreó la migración global de cinco especies de grandes aves terrestres que completan largas travesías marítimas como el halcón abejero (Pernis ptilorhynchus), el busardo carigrís (Butastur indicus), el águila pescadora (Pandion haliaetus), el halcón peregrino (Falco peregrinus) y el halcón de Eleonora (Falco eleonorae) en la ruta migratoria africano-euroasiática. Descubrieron que todas las aves aprovechaban el viento y la elevación para reducir los gastos de energía durante el vuelo, incluso ajustando sus rutas migratorias para beneficiarse de las mejores condiciones atmosféricas. Este es el estudio de mayor alcance sobre el comportamiento del cruce del mar hasta el momento y revela el importante papel de la atmósfera para facilitar la migración sobre el mar abierto de muchas aves terrestres.

El «viento de cola», una pieza clave en el trayecto

Según exponen los científicos, las aves realizan estos viajes aprovechando el denominado «viento de cola», una corriente de viento horizontal que sopla en la dirección de vuelo de las aves, permitiéndoles ahorrar energía. Vale recordar que mantener un vuelo de aleteo durante cientos de kilómetros es un enorme esfuerzo e insume un fuerte costo de energía, para aves de grandes dimensiones y un peso considerable.

Ahora, el nuevo estudio ha examinado el comportamiento de cruzar el mar de 65 aves de cinco especies para obtener la información más amplia hasta ahora sobre cómo las aves terrestres sobreviven a vuelos largos sobre el mar abierto. Los investigadores analizaron 112 rutas de cruce del mar, recopiladas durante nueve años, con información atmosférica global para identificar los criterios que utilizan las aves para seleccionar sus rutas de migración sobre el mar abierto. Una gran colaboración internacional de científicos compartió sus datos de seguimiento para hacer posible este estudio.

La elevación, otro factor clave

Los hallazgos no solo confirman el papel del viento de cola para facilitar el comportamiento de cruce del mar, sino que también revelan el uso generalizado de la elevación para ahorrar energía durante estos vuelos sin escalas. Las condiciones propicias de elevación permiten que la travesía por mar sea menos exigente en términos energéticos, al reducir la resistencia. Aunque anteriormente se pensaba que el impacto de la elevación sobre la superficie del mar no era determinante, la nueva investigación ha demostrado que cumple un rol importante para las aves.