La probabilidad de ser atacado por un oso pardo (Ursus arctos) en España es muy reducida. Por este motivo no hay que crear alarmismo ni demonizar a esta especie amenazada por último ataque producido en Cangas del Narcea. Por otro lado, los encuentros entre estos y los humanos cada vez son más frecuentes y van a ir a más, debido al auge del turismo osero y a la propia recuperación de la especie. De ahí que el conocimiento sobre cómo son sus ataques y cómo prevenirlos tenga especial importancia y sea necesario divulgarlos.

La máxima anterior fue la causa que motivó a diferentes expertos de la Fundación Oso Pardo, junto a investigadores de la Universidad de Oviedo, a elaborar un documento técnico sobre los ataques de oso en España y su situación en un contexto global. A continuación resumiremos brevemente cuáles son los tipos de ataque y qué debemos hacer en caso de encontrarnos frente a uno de estos plantígrados, si bien el documento al completo merece una lectura pausada.

Tipos de ataques de oso

Los ataques a humanos de osos grizzlies y osos negros americanos han sido concienzudamente estudiados y divulgados. El autor más destacado es Stephen Herrero, profesor de la Universidad de Calgary (Alberta, Canadá). Su libro Bear Attacks (Herrero 1985, 2002) es todo un clásico que ha sentado las bases para determinar las medidas de seguridad que se toman en los parques nacionales y otras áreas protegidas de los Estados Unidos y Canadá. Este autor ha descrito los motivos que llevan a los osos a atacar a las personas, que resumimos a continuación.

Encuentro súbito

Este tipo de ataques son los más frecuentes en casi todas las especies de osos. Una persona pasea por el
bosque y, de repente, se topa a escasa distancia con un oso que, asustado, le ataca en una carga corta y violenta, e inmediatamente huye. No suele haber ensañamiento y el oso nunca intenta devorar a la víctima. El perfecto ejemplo de este caso es el sucedido el pasado domingo en Asturias, en el que un oso atacó a una mujer de 75 años mientras daba un paseo por una carretera de su pueblo, Sonande.

Ataque provocado

En este apartado se incluirían los ataques provocados por el hombre, los sucedidos en el transcurso de una cacería, o bien como consecuencia de actos imprudentes como perseguir, acorralar o acercarse demasiado a los osos para fotografiarlos. Tal y como apuntan en el documento técnico citado, la reacción de los osos en estos ataques sería la misma que en los encuentros súbitos.

Ataque de depredación

A diferencia de los dos anteriores, en los ataques de depredación el oso considera a la persona como una presa, a la que intenta matar para alimentarse de ella. Los ataques de depredación son típicos del oso polar, raramente del oso negro americano y muy raros en las demás especies.

Recomendaciones de seguridad en zonas oseras

Como decíamos, la probabilidad de ser atacado por un oso en España es realmente pequeña y, si bien en la
inmensa mayoría de los encuentros con un oso en la naturaleza, este huirá sin que ni siquiera notemos su presencia, algunas personas están preocupadas por el riesgo que le puedan causar estos animales, de ahí que no esté de más repasar las siguientes recomendaciones.

La mejor forma de evitar ataques es eludir las situaciones de peligro, como acercarse a los osos para fotografiarlos, acosarlos o permitir que nuestro perro lo haga, mucho más en el caso de osas con crías o cuando están comiendo una carroña u otro alimento.

Los expertos recomiendan ir hablando o haciendo ruido de vez en cuando si nos desplazarmos por lugares cerrados con presencia de osos con el fin de permitir que estos nos oigan y huyan antes de que se produzca un encuentro súbito.

También hay que ser prudente en torno a las carroñas, ya que podría haber un oso encamado junto a ellas. Si nuestro perro descubre y acosa a un oso, este puede acabar persiguiéndolo, y es posible que el perro busque nuestra protección trayendo al oso detrás.

Conocer los signos de amenaza del oso también puede ser útil. Los osos envían señales de advertencia chasqueando los dientes, haciendo muecas en las que sacan los labios hacia afuera, bufando o emitiendo sonidos similares a los de un perro asustado, golpeando o rascando el suelo con las patas (Herrero 1985). En el caso excepcional en que encontremos un oso emitiendo estas amenazas, se recomienda retroceder lentamente sin gritar ni hacer movimientos bruscos que puedan asustar más al animal. Tampoco se aconseja correr, para evitar una posible (aunque muy improbable) respuesta de persecución del oso.

En el caso de un ataque predatorio los osos no muestran los síntomas de miedo o amenaza típicos de los encuentros súbitos o de provocación, y tampoco llevan las orejas replegadas hacia atrás. La reacción que se recomienda en este tipo de ataques es la opuesta a la de los encuentros súbitos. Aquí no se trata de tranquilizar al oso, sino de hacer lo contrario, gritando y desplegando actitudes agresivas para mostrar al animal que no somos una presa fácil, que somos peligrosos. En estos casos, hay que evitar a toda costa correr, pues esto desatará plenamente el instinto cazador del animal.

Un osa seguida de crías puede ser la causante de un ataque por encuentro súbito. © Shutterstock
¿Cómo reaccionar si te encuentras con un oso?

• Permite que el oso te identifique manifestando tu presencia y
haciéndote ver y oír a distancia suficiente.
• No dejes que el oso se aproxime demasiado. Si vemos un oso acercarse en una
cacería o en un paseo en la montaña, es importante dejarnos ver o hacernos oír
cuando está a suficiente distancia y se siente seguro al huir. Si nos dejamos ver
cuando el oso está demasiado cerca, puede sentir que su única posibilidad es el
ataque.
• Muévete sin aspavientos y sin brusquedad.
• No le cortes el paso ni bloquees sus posibles vías de huida.
• Aléjate despacio del lugar y del itinerario que el oso podría tomar.
• En un encuentro con una osa y sus oseznos, no te interpongas nunca entre la
madre y sus crías.
• En caso de ataque, es mejor hacerte el muerto. Cuando el oso vea que no
eres un peligro, normalmente huirá.

El siguiente vídeo muestra un encuentro entre un cazador y un oso en el que este actuó correctamente. Como se puede ver, el animal acabó huyendo.

YouTube video


Esto es lo que debes hacer si te encuentras con el oso a corta o a larga distancia

© Fundación Oso Pardo