La capacidad de los jabalíes para variar su dieta es asombrosa. Los hemos visto comiendo de todo, desde carroña a pequeños vertebrados vivos, pasando por cangrejos. Todo aquello que sea comestible es susceptible de acabar en su estómago.

Su glotonería ha sido objeto de estudio. De hecho, en diciembre de 2006 se publicó un estudio que analizaba si los daños que producen a las cosechas se depende únicamente de el tamaño de la superficie cultivada o si atiende a otros factores como el valor nutricional, la protección o cobertura vegetal, la humedad del suelo (cultivos de regadío) u otros factores. Sus conclusiones fueron analizadas en este artículo publicado por Ciencia y Caza.

El ‘truco’ de este gran jabalí

Pero no sólo llama la atención su apetito insaciable. También su habilidad para conseguir el alimento. Si hace unas semanas mostrábamos cómo se las apañaba un gran jabalí para sacar el grano de un comedero de perdices y conejos, hoy traemos un vídeo no menos curioso.

Pillado in fraganti por una cámara trampa, un gran jabalí macho se las ingenia para comerse las ciruelas de un árbol. Como ya ha acabado con los frutos caídos en el suelo, el animal se levanta sobre sus patas traseras y muerde las ramas, aprovechando la inercia de la caída para arrancarlas.

Por simpática que parezca la imagen, esto genera un importante problema para el agricultor, que ve cómo su cosecha se ve reducida y sus árboles dañados con las incursiones nocturnas del gran jabalí.

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