Durante los últimos años la actividad cinegética ha sufrido una serie de ataques anticaza en diferentes frentes con un único objetivo: acabar con ella. Como hacerlo de forma frontal y directa es prácticamente imposible, desde el mundo ecologista y animalista han trazado un plan para ir acabando con ella centrándose en atacar diferentes objetivos.
Este artículo es solo una parte de un amplio trabajo periodístico realizado por la redacción de Jara y Sedal en colaboración con las principales asociaciones del sector en el que mostramos quién está detrás de cada ataque, qué estrategia ha utilizado y qué ayuda se ha encontrado por el camino para llevarlo a cabo. Ya hemos hablado de los planes para acabar con el silvestrismo,la caza del conejo (Oryctolagus cuniculus), de la perdiz roja (Alectoris rufa), de la codorniz (Coturnix coturnix), de la la tórtola (Streptopelia turtur), del lobo (Canis lupus signatus) y hoy es el turno de la contrapasa.
¿Quién diseñó el plan para prohibir la contrapasa?
SEO/BirdLife y otras asociaciones medioambientales vascas como Izate y Lanius.
¿Quiénes son los ejecutores?
Comisión Europea y Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
¿En qué basaron su estrategia legal?
Directiva Aves (Directiva 79/409/CEE) y Ley 4/89 de Conservación de los Espacios Naturales.
¿Cuál fue la estrategia para prohibir la contrapasa?
Tras una larga contienda judicial promovida por SEO/BirdLife, en 2005 el Tribunal de Justicia de Luxemburgo condena a España por permitir la caza de la torcaz en su paso migratorio de primavera hacia Guipúzcoa. Anteriormente, tanto el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco como el Tribunal Supremo habían avalado la legalidad de esta modalidad de caza.
En el año 2007 el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco prohíbe la práctica de esta modalidad de caza en Vizcaya.
En el año 2010, el Tribunal Supremo ratifica la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que prohibía la contrapasa en Vizcaya.
Los datos avalan la legalidad de la contrapasa
Según la RFEC, contrapasa es «la caza realizada desde puesto fijo durante el desplazamiento de las aves hacia los países del norte en la época comprendida entre los meses de febrero a mayo, modalidad muy popular en el País Vasco». Esta modalidad de caza fue prohibida en aplicación de la Directiva 79/409/CEE y la Ley 4/89 de 27 de marzo de Conservación de los Espacios Naturales, que no permiten la caza de aves durante sus trayectos de regreso a los lugares de nidificación. Es una de las decisiones de prohibición de caza más mediáticas que han venido de Bruselas, pues supuso el fin una modalidad de gran arraigo.
Por el número de animales abatidos y el tamaño de población de la torcaz debería dejarse la puerta abierta a una recuperación de esta modalidad de forma controlada, dado que es poco probable que pudiera tener un impacto negativo sobre la especie: según Fundación Artemisan, en 2001 se abatieron de 2.000 a 3.000 ejemplares de los entre seis y ocho millones que en esa época cruzan los Pirineros. Una especie que, por otro lado, cuenta con censos crecientes en muchos entornos urbanos y periurbanos hasta incluso ser fuente de conflictos, estando bastante lejos de poder ser considerada como vulnerable o en peligro.
La vía para volver a recuperar la contrapasa
Para defender la caza en contrapasa desde el mes de marzo sólo existe un argumento: el del principio de excepcionalidad como ocurre con otras modalidades y otras especies en varios países europeos, añadido al de la escasa incidencia sobre la especie que tendría en España y el bajo número de especies que se abatirían en este periodo. No obstante, entendemos que más que el concepto contrapasa debemos trabajar en la ampliación del periodo de caza en febrero hasta las fechas en las que el NADEG (comité científico asesor de la Comisión Europea) contempla dentro de los periodos de reproducción y migración.
Primero fue la Oficina Nacional de la Caza la que emitió un informe sobre la situación de los periodos migratorios y de reproducción, denunciando la injusticia de que en España dichos periodos eran los mismos para el norte de Gerona que para el sur de Cádiz o las islas. Después, la Fundación Artemisan y la RFEC elaboramos un detallado estudio cuyo resultado final fue asumido por el MITERD, y ya se han modificado estos periodos en la Comisión Europea (no sólo para la paloma sino para todas las especies) estableciendo tres zonas diferenciadas, mitad norte de España, mitad sur y las islas. Como ejemplo de la paloma torcaz, el estudio que realizamos ha hecho que la Comisión Europea reconozca que la paloma torcaz se puede cazar todo el mes de febrero en la mitad norte de España y en la sur, hasta el 20 de dicho mes.